La decisión de volver a trabajar luego de haber tenido un hijo puede ser sumamente difícil para algunas mujeres o parejas. Muchas se debaten entre el sentimiento de culpa por dejar al bebé solo, y sobre todo la presión por brindar mejores oportunidades.
También está el hecho de vivir en una sociedad machista, que en muchas ocasiones sigue situando al hombre como el proveedor. Todo depende de la situación de cada familia, y de cómo se está dispuesto a enfrentar el desafío de ser padres.
Si bien las nuevas leyes laborales en Chile permiten a la mujer un poco más de flexibilidad en el trabajo, algunos jefes no tienen mucha sensibilidad con el tema del embarazo y no entienden muy bien cuáles son las nuevas necesidades de la mamá.
Es importante generar un ambiente donde la conversación fluya, y ambas partes puedan determinar cómo enfrentar este nuevo escenario.
Solo las mamás obtendrán el beneficio de 24 semanas de descanso completo con subsidio equivalente a la remuneración, con tope de 66 Unidades de Fomento (UF) brutas y 12 semanas de descanso completo y a continuación 18 semanas media jornada.
En esta segunda etapa se cancelará el 50% del subsidio. Esta opción generalmente es tomada por madres que tienen sueldos superiores a 66 UF, para no perder ingresos.
Ambos también contarán con el beneficio de 12 semanas de descanso completo para las mamás. De las 12 semanas restantes en jornada completa, pueden traspasar un máximo de seis semanas a los papás.
Sí las mamás optan por media jornada para esta segunda etapa, sólo pueden traspasar 12 semanas a los padres en la misma modalidad. En el caso de los padres, estos tienen cinco días de permiso que deben tomarse después del parto.
Otro tema importante de abordar es el del amamantamiento mientras se continúa trabajando. Muchas mujeres necesitarán de jornadas más flexibles, o de medio tiempo, para satisfacer las necesidades del recién nacido.
Ver con quién se dejará al niño y contar con el apoyo de la familia también son temas fundamentales que la pareja debe tratar. Lo más importante es no generar sentimientos de culpa, y saber que se trata de un ciclo más del desarrollo del bebé como de los papás.
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