La inseminación artificial es un tratamiento de reproducción asistida, que se aplica cuando una pareja está teniendo dificultades para quedar embarazada.
Consiste en depositar la esperma el hombre en el útero de la mujer, para así facilitar la fertilización del óvulo.
Para que el tratamiento sea lo más efectivo posible, se debe determinar con la mayor precisión el momento en que la mujer tendrá su ovulación, para que entonces el médico pueda introducir la muestra de esperma en su interior.
Existen dos tipos de inseminación artificial:
- Inseminación artificial conyugal (IAC): se utiliza en parejas, donde cada parte aporta los gametos necesarios para la reproducción.
- Inseminación artificial de donante (IAD): aplica para mujeres o parejas lesbianas que necesitan de un donante de esperma, o bien para parejas heterosexuales donde la esperma del hombre no puede ser utilizada por alguna enfermedad.
Algunos de los riesgos asociados a la inseminación artificial son:
- Infecciones pélvicas o vaginales.
- Reacciones alérgicas.
- Reacciones inmunológicas.
- Síndrome de hiperestimulación ovárica.
- Embarazo múltiple.
- Aborto espontáneo.
- Embarazo ectópico.
- Embarazo múltiple.
Las parejas o mujeres que estén buscando un tratamiento de reproducción asistida deben conversar con el médico tratante, para así determinar cuál es la mejor opción para cada caso.
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