En ocasiones, los desórdenes hormonales son la causa de la infertilidad en la mujer. De esta forma, el tratamiento hormonal es una de las primeras opciones cuando hay dificultades para conseguir el embarazo.
El tratamiento consiste en provocar la ovulación cuando la mujer no es capaz de producir óvulos en sus ciclos. También se utiliza para aumentar el número de óvulos en mujeres que se someten a técnicas de reproducción asistida.
El proceso normalmente dura entre 12 y 14 días. La mujer debe administrarse diariamente una inyección subcutánea a partir del tercer día del inicio de ciclo menstrual. Al cuarto día, comienza un seguimiento del número y tamaño de folículos (lugar donde se desarrollan los óvulos), mediante ecografías vaginales, para determinar el momento de la ovulación.
Cuando hay un solo folículo o varios de 18 milímetros se utiliza una única inyección, con otro tipo de hormona, para provocar la liberación del óvulo (ovulación).
En relación con la dosis hormonal, en ciclos anovulatorios -o si se hace antes de una inseminación artificial- se administran dosis bajas. En la fecundación in vitro las dosis son más altas para conseguir varios folículos y tener más ovocitos para fecundar.
La probabilidad de éxito del tratamiento, según los especialistas, depende del tipo de trastorno hormonal que padezca cada mujer.
De todos modos, la mejor opción siempre será consultar con un especialista, de modo de poder eliminar cualquier duda y tratar las condiciones que impiden la llegada de un nuevo bebé.