La fluorosis dental es un defecto en el esmalte de los dientes, debido a la falta de minerales. Ocurre por un aumento en la ingesta de flúor, y provoca manchas opacas. Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, un 32 % de los niños de dicho país la padece.
Identificar la fluorosis puede ser un poco complicado a veces, pues en los casos más leves los rastros no son tan visibles. En los más graves se notarán claramente las manchas o vetas más opacas, o cafés, en los dientes. Si los papás las observan cuando ayudan a los niños con su higiene dental, deben ir a un dentista que pueda indicar el tratamiento más adecuado.
El especialista deberá determinar qué tan expuesto estuvo el niño al flúor. Esto incluye consumo de agua fluorada, uso de pasta dental, o suplementos fluorados. Dependiendo de la seriedad de la flurosis, el médico puede recomendar un tratamiento cosmético de blanqueamiento, para disminuir las manchas. En otros casos más extremos, también se puede aplicar adhesión dental, coronas o carillas.
Es importante que los papás estén atentos a la cantidad de flúor en el agua potable de la zona donde viven. Al mismo tiempo, es importante que moderen el uso del dentrífico en los niños, y que la cantidad no sea mayor al tamaño de un poroto. Es fundamental que al momento de cepillar los dientes no se traguen la espuma, que la escupan, y que se enjuaguen bien.
Las visitas periódicas al dentista son sumamente importantes, no solo para combatir alguna enfermedad dental a tiempo, sino también para prevenirlas. Hay niños que debido al Ph de su saliva, tienen más probabilidades de desarrollar caries, por lo que es importante el desarrollo de hábitos de higiene dental desde que son pequeños. Esto también ayudará a los papás a identificar con mayor facilidad alguna alteración en los dientes de sus hijos.
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