Durante mi primer mes de vida me gusta mirar y observar todo lo que hay a mi alrededor, especialmente a mi familia. Intento conversar pero solo puedo emitir balbuceos y ruidos. Para estimularme mis papás me pueden cantar o hablar suavemente, porque poco a poco distingo cambios en los tonos de voz.
Cómo me comunico en mi primer mes
¡Me encanta escucharte hablar! podría dejar de chuparme el dedo o incluso parar de tomar leche para mirarte mientras me hablas. Es genial cuando conversas conmigo, repitiendo mis balbuceos y ruidos, aunque soy muy pequeño aún, me encanta que me vayas contando todo lo que sucede alrededor, además que siempre es muy tranquilizador escuchar tu voz.
Si tengo hermanos mayores o va gente nueva a la casa, me encantará que me dejes en un lugar donde pueda mirarlos mientras juegan o conversan, escucharlos hablar me llena de estímulos para ir desarrollando mi lenguaje y comunicación.
El llanto será por bastante tiempo mi principal manera de comunicarme, sin embargo, a mi primer mes de vida ya podría intentar expresar sentimientos a través de mi mirada. Cada vez que me sorprenda abriré mucho mis ojos como también reaccionaré cerrándolos si algo me asusta.
¿Cómo podemos fomentar mi lenguaje?
Poco a poco puedo ir entendiendo los cambios en los tonos de voz, lo que me ayuda a conectarme con la persona que me hable, y también a desarrollar mi cerebro para entender el mundo y lo que me rodea.
Si mis papás me hablan de forma tranquila y calmada les puedo sonreír como una forma de respuesta a lo que me están diciendo. Si me cuentan cuentos o me cantan me sirve de estimulación.
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Durante mi primer mes de vida me gusta mirar y observar todo lo que hay a mi alrededor, especialmente a mi familia. Intento conversar pero solo puedo emitir balbuceos y ruidos. Para estimularme mis papás me pueden cantar o hablar suavemente, porque poco a poco distingo cambios en los tonos de voz.
Cómo me comunico en mi primer mes
¡Me encanta escucharte hablar! podría dejar de chuparme el dedo o incluso parar de tomar leche para mirarte mientras me hablas. Es genial cuando conversas conmigo, repitiendo mis balbuceos y ruidos, aunque soy muy pequeño aún, me encanta que me vayas contando todo lo que sucede alrededor, además que siempre es muy tranquilizador escuchar tu voz.
Si tengo hermanos mayores o va gente nueva a la casa, me encantará que me dejes en un lugar donde pueda mirarlos mientras juegan o conversan, escucharlos hablar me llena de estímulos para ir desarrollando mi lenguaje y comunicación.
El llanto será por bastante tiempo mi principal manera de comunicarme, sin embargo, a mi primer mes de vida ya podría intentar expresar sentimientos a través de mi mirada. Cada vez que me sorprenda abriré mucho mis ojos como también reaccionaré cerrándolos si algo me asusta.
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Poco a poco puedo ir entendiendo los cambios en los tonos de voz, lo que me ayuda a conectarme con la persona que me hable, y también a desarrollar mi cerebro para entender el mundo y lo que me rodea.
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