- Preferir talcos en base a harina de maíz, en vez de talcos comunes, pues sus partículas son más grandes y duras lo que hace más difícil que los bebés puedan inhalarlas
- Almacenar el talco fuera del alcance del bebé, para evitar que volteé el frasco y termine inhalándolo
- Limpiar cualquier residuo en la piel de los pliegues cuando se cambie el pañal o después de un baño, porque puede provocar irritación
- Repartir el polvo lentamente en las manos antes de aplicarlo