Tengo once meses y ya puedo decir varias palabras, y también imitar algunos sonidos. Ya sé cuál es mi nombre, y puedo responder si alguien me está llamando.
Me he vuelto un poco posesivo con mis cosas, así como con mis papás. Si me quitan uno de mis juguetes me puedo enojar y hasta ponerme a llorar. Esto es porque aún estoy desarrollando mi carácter y tengo cosas por aprender. ¡Tenme paciencia!
¿Cómo me comunico a mis once meses?
Probablemente ya digo cerca de tres palabras, además de mamá y papá. Aunque sea en mi propio idioma, le he puesto nombre a diferentes objetos, como mi biberón, la pelota o algún juguete favorito.
Cuando me oigas nombrarlas, será genial que repitas la manera correcta de decirlo, por ejemplo, si digo “ota”, me podrás decir “juguemos con la PELOTA” así me enseñas a hablar correctamente.
¿Cómo podemos fomentar mi lenguaje?
Seguramente más de alguna vez balbucee frases enteras, intentando expresarme e incluso le daré entonación a mi voz, me fascinará que me respondas, aunque sea imitando mis sonidos, así podremos tener una “conversación” ¡y verás cómo me mataré de la risa!
Ya comprendo bastante lo que me dices, como cuando me saludas, te despides o me niegas algo. Si me pides que te de un beso seguramente lo haré ¡y ya sé que los besos son de amor! Si hemos practicado antes, ya podría identificar las partes de mi cara, como la boca, los ojos o la nariz, será genial que juguemos juntos a identificarlas y tocarlas.
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Probablemente ya digo cerca de tres palabras, además de mamá y papá. Aunque sea en mi propio idioma, le he puesto nombre a diferentes objetos, como mi biberón, la pelota o algún juguete favorito.
Cuando me oigas nombrarlas, será genial que repitas la manera correcta de decirlo, por ejemplo, si digo “ota”, me podrás decir “juguemos con la PELOTA” así me enseñas a hablar correctamente.
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Seguramente más de alguna vez balbucee frases enteras, intentando expresarme e incluso le daré entonación a mi voz, me fascinará que me respondas, aunque sea imitando mis sonidos, así podremos tener una “conversación” ¡y verás cómo me mataré de la risa!
Ya comprendo bastante lo que me dices, como cuando me saludas, te despides o me niegas algo. Si me pides que te de un beso seguramente lo haré ¡y ya sé que los besos son de amor! Si hemos practicado antes, ya podría identificar las partes de mi cara, como la boca, los ojos o la nariz, será genial que juguemos juntos a identificarlas y tocarlas.
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