- Dejarlos sin ropa: cuando los bebés lloran desconsoladamente una buena idea es calmarlos quitándoles la ropa y el pañal. De esta manera, se sentirán más libres y es probable que dejen de llorar.
- Arroparlos: al envolver a los bebés, ellos recuerdan el útero materno, por lo que se sienten más seguros y protegidos.
- Contacto piel a piel: cuando los bebés están estresados es importante que sientan a su madre, padre o cuidador cerca.
- Ruidos blancos: así se denominan los ruidos que recrean lo que escuchaban los bebés dentro del útero materno. Estos ruidos los relajan y se asemejan a los de la lavadora, secador o el motor del auto.
- Música: una melodía suave o música clásica también relaja a los bebés, además de ser un estímulo para su aprendizaje
- Olor a mamá o papá: algunos bebés se relajan si se les pasa una prenda que haya usado la madre o el padre durante el día, porque se sienten acompañados y más seguros, por lo que duermen mejor
- Paseos: no hay nada que les haga mejor a los bebés que salir y sentir aire fresco.
- Chupar objetos: es normal que los bebés se metan todo a la boca, porque reconocen objetos por su sabor, textura, densidad, entre otros
- Balanceo: los bebés aman que los muevan suavemente, porque se conectan con su seguridad y el equilibrio, por eso se relajan y liberan más endorfinas, quedándose dormidos
- Voz de sus padres: La voz de los padres les da seguridad, además de estimularlos, contenerlos y fomentar un apego seguro con el recién nacido