Guillermo Cieza, psicólogo infantil y familiar, nos comenta sobre cómo enseñar a los más pequeños a compartir, una conducta que en ocasiones pudiera resultar un tanto complicada. A continuación, compartimos un artículo de su blog guillermocieza.com con ustedes:
¿Tu hijo tiene dificultades para compartir, ya sea con los integrantes de la familia o con sus compañeros?
En este artículo te daré algunas sugerencias referentes a formas adecuadas para enseñar a tu hijo a compartir. Así que, si te interesa esta información, quédate.
Antes de empezar:
Quiero aclarar que el compartir es un aprendizaje de toda la vida. Dependiendo de la edad, estimulación, circunstancias unos estarán más y otros menos propensos a ello.
Les voy a dar un ejemplo que tal vez hasta les parezca estúpido, pero lo hago con la intención que se entienda bien la idea. Así que lean todo antes de sacar sus conclusiones.
Ejemplo:
Ustedes con cualquier persona ¿compartirían su dinero?, ¿sus preciadas pertenencias?, ¿su pareja? Hay algunas cosas que jamás compartirán y algunas otras que sí y no a cualquiera, ¿por qué? Porque esa persona o cosa tiene un significado para ustedes, porque han asociado un valor afectivo, de sacrificio a aquello que no desean compartir o cualquier otra razón que para ustedes hace justificable la decisión de no compartir.
Por esta razón, no se debe obligar a los niños a compartir, porque, así como nosotros tenemos nuestras razones, nuestras motivaciones para no compartir, ellos, de acuerdo a su forma de ver, de interpretar el mundo también las tienen.
Y si para ustedes sería muy doloroso y frustrante que alguien comparta lo que es suyo y no desean compartir, para ellos les es muchísimo más puesto que no tienen la madurez necesaria para tolerar adecuadamente el dolor emocional.
¿Qué más podría pasar si obligas a compartir?
Obligarles a compartir podría ocasionar lo siguientes aprendizajes en el niño:
- Más vale que “juegue rápido”porque no tendré este objeto mucho tiempo.
- Mi hermano y yo competimos constantementepor conseguir lo que necesitamos. A mí no me gusta él.
- Ya que no deseo compartir soy una persona egoísta.
- Si lloro lo suficientemente fuerte,consigo lo que quiero, aunque lo esté usando otra persona.
A estas alturas, supongo que ya quedó claro que no es conveniente obligar a tu hijo a compartir.
Ok Guillermo, no obligar a mi hijo a compartir, entendido, pero ¿hay algo que podría hacer para que, de manera adecuada pueda incentivar a mi hijo a compartir?
Qué hacer:
- Compartir es una habilidad social y ¿cómo se desarrollan y fortalecen las habilidades sociales? Por simple lógica, socializando. Ofrécele oportunidades a tu hijo para que frecuente a sus amiguitos, amiguitas, primos, primas, etc.
- Cuando vaya a socializar que lleve sus juguetes no favoritos, para así evitar el “mío”, y sea más probable que comparta. Y cuando lo haga, felicítalo con muestras efusivas de afecto. Ojo, aclaro que es cuando él lo haga, no cuando tú le presiones. Deja que sea tu propio niño quien ceda su juguete.
- Cuando otro niño no desee prestarle sus cosas a tu hijo, no te enfades ni te sientas mal, recuerda que no lo hace por maldad, sino porque ha asociado un determinado valor a ese objeto, no obstante puedes aprovechar esa situación para enseñar a tu hijo que también puede divertirse con otras cosas o de otra manera.
- Cuando otro niño comparta, hazle ver a tu hijo lo bien que se ve, mas no le compares.
- Da el ejemplo, trata de utilizar de manera frecuente la palabra compartir y asocia a esa palabra una emoción positiva, ¿cómo así? Supongamos, compras una galleta, abres el paquete mientras tu hijo te ve, le dices, te voy a compartir mi galleta. ¿ya mi amor?, partes tu galleta y le das la mitad, después que la come, le preguntas ¿te gustó?. Muy bien; después le das la galleta entera y le pides que te comparta, si lo hace, le felicitas de manera efusiva con muestras de afecto, y si no; no pasa nada, sólo no se te ocurra hacer el típico chantaje emocional, simulando que estás llorando o te sientes muy triste por ello, eso todo un tema que en otra ocasión lo abordaré.
- Las mismas indicaciones te servirá para que tu hijo comparta con sus hermanos, pero además serviría de mucho favorecer situaciones en que ambos hermanos jueguen y la pasen bien.
Con esto tu hijo podría aprender que:
- Puedo pedir lo que quiero. A veces me llega mi turno rápido y, a veces, tengo que esperar (aprende a esperar)
- Puede llorar y no hay problema, pero eso no significa que conseguiré el juguete.
- No me dan todo lo que quiero, pero mis padres me entienden y me ayudan cuando me enfado.
- Después de llorar, me siento mejor.
- Puedo utilizar otro juguetey disfrutar mucho con él.
- No tengo que suplicarle y llorarle a mis padrespara convencerles de que es mi turno.
- Me gusta la sensación que tengo cuando mi hermano me da el juguete. Me gusta.
- Puedo utilizar un juguete todo el rato que quiera; nadie me obligará a dárselo a mi hermano en un momento dado. Cuando acabo con el juguete y se lo doy a mi hermano, me siento bien; me gusta que sea su turno.Soy una persona generosa.
El resultado final es un niño que aprende paciencia y empatía y que puede tener más herramientas para gestionar situaciones más complicadas en el futuro.
Ya casi para terminar:
Los sermones -«Tienes que compartir», «Debes ser generoso»- no sirven.
El criticarle. Recriminarle con calificativos negativos («Eres un egoísta», «Sólo piensas en ti», «Eres un niño muy malo»…) sólo contribuirá a que él se vea como una persona egoísta.
Guillermo Cieza es psicólogo y terapeuta infantil, familiar y de pareja dedicado a capacitar a los padres a detectar los factores que influyen en las conductas problemáticas de sus hijos, sepan modificarlas, logren obtener y mantener la conducta deseada en ellos mediante una disciplina sana y eficaz.
La importancia de compartir es sólo una de las tantas buenas prácticas al momento de cuidar y criar a nuestros hijos. Si quieres saber más consejos, puedes ver estos tips de cuidado creados por Alba, para estar al tanto de todos los consejos modernos durante el desarrollo de tu hijo.
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