- Contarles lo que ocurrirá y lo que significa. Así, se irán preparando poco a poco. Los padres no deben evadir el tema y es importante hablarlo con los niños.
- Estimular a los niños para que se sientan entusiasmados. Contarles por qué se cambiarán, que es una casa más linda o más grande, que está mejor ubicada, entre otras cosas. Así también querrán ayudar con todas sus cosas.
- Involucrarlos en el proceso. Que acompañen a los papás a ver los posibles lugares donde se van a cambiar, o que ayuden con sus cosas. Pedirles su opinión y hacerlos sentir parte de todo.
- Saber que podrán mantener el contacto con sus amigos puede ayudar a tranquilizar a los niños, que pueden sentir algún grado de incertidumbre sobre qué pasará con ellos cuando se cambien de casa.