El uso del chupete o biberón de ayuda como también se le conoce, se encuentra muy arraigado entre las preferencias de los padres en los países desarrollados. Su uso es bastante controversial y casi siempre se trata de poner límites entre el uso y el abuso del chupete.
De acuerdo a los profesionales sanitarios que conforman la Asociación Española de Pediatría son inofensivos y beneficiosos para el desarrollo del lactante durante los primeros seis meses vida. Sin embargo, su abuso pudiera desencadenar el rechazo prematuro del amamantamiento por parte del lactante, acortando el lapso adecuado para la lactancia. Lo que potencia dificultades en la nutrición y problemas dentales.
Por su lado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no ofrecer el chupete al lactante mientras es amamantado. Estos cambios pudieran ser causales de abandonar de manera prematura la lactancia por los gustos del bebé, a las diferentes texturas que existen entre el pezón y la chupa. Sin embargo, en otras investigaciones la misma OMS certifica que el uso del chupón ha ayudado a reducir los índices de mortalidad infantil por causas de la muerte súbita del lactante. Lo que encuentra muy beneficioso, principalmente si se da alimentación suplementaria con leche formulada. Además, reconoce el efecto analgésico del chupete en los niños pretérminos y términos con relación a la succión no nutritiva.
Como se puede ver, el uso del chupete tiene implicaciones positivas en algunos casos, pero su abuso tiene efectos negativos en el bebé. Veamos estas implicaciones de forma más específicas.
Implicaciones del chupete en la lactancia
En niños recién nacidos con casos especiales
En niños recién nacidos, la primera opción siempre será el pezón de la madre por al menos las primeras 4 semanas de vida. Sin embargo, si se presentara algún tipo de complicación en el parto que afecte la salud de la madre, y, en consecuencia, ésta no pueda asistir a las sesiones de amamantamiento, se le puede ofrecer al bebé el chupete para que calme su ansiedad y estrés.
En niños con alimentación de leche formulada
En la alimentación con leche formulada el lactante tiende a aumentar el tiempo que hay entre cada comida. De manera que el letargo es mas amplio, permitiendo al niño dormir por más tiempo. Esto es beneficioso principalmente para la madre, porque le permite un verdadero descanso reponedor. Pero lamentablemente, en este espacio más amplio de descanso es donde se corre el mayor riesgo de la muerte súbita del lactante. Es en este tiempo donde el chupete ofrece un gran beneficio para evitar este riesgo.
Más allá del tiempo límite de uso del chupón
El uso del chupete debe tener un limite de tiempo. Un buen uso no generará en el niño ningún tipo de dependencia, así a la hora de dejarlo será más fácil y poco traumático para el bebé. Su límite máximo debe ser un año de uso, sin embargo, hay quienes han podido eliminarlo luego de los seis meses de manera natural.
Niños con marcada necesidad de chupar dedo
Hay casos muy marcados del apego del niño al dedo, incluso se les puede ver en los ecos previos al nacimiento chupando el dedo. En estos casos, la conducta innata del bebé viene con ese hábito al nacer, por lo que el uso del chupete puede ser recomendado. El chupete es más sencillo dejarlo que el dedo, ya que es un objeto externo a su cuerpo. Al final de cuentas, el chupón se puede botar a la basura, pero el dedo no.
El chupete y el llanto, posible adicción
El llanto, la intranquilidad y el desespero del bebé pueden desequilibrar a la madre por no encontrar la fórmula para tranquilizarlo. En estos casos, el uso del chupete puede tener un efecto tranquilizador, pero de no controlarse podría pasar fácilmente del uso al abuso. Esta práctica de abuso tiene un efecto negativo en el niño, en quien se genera un hábito adictivo impulsado por la madre. Este tipo de prácticas, hace que a futuro dificulte la intensión de eliminar el chupete por completo.
Los profesionales sanitarios pueden ayudar a las madres a encontrar otras formas alternativas al chupete para calmar al bebé, como las técnicas de tenerlo piel a piel o investigar mas sobre la succión no nutritiva para calmarlos, sin generar efectos secundarios.
El uso o abuso del chupete en los bebés dependerá de la cantidad de información o ayuda adicional que le puedan brindar los profesionales de la salud a los futuros padres. Esta información debe ser imparcial y no sesgada, para que ambos sean los responsables en decidir las condiciones de su uso y sus implicaciones en la lactancia.