Uso de repelente de insectos en bebés

Babytuto

7 de junio de 2013

La piel de los bebés es muy delicada y hay que evitar el uso y abuso de productos para la misma, es recomendable utilizar un repelente de insectos en caso de visitar lugares húmedos, en donde exista una mayor exposición a los insectos. En primer lugar debes conversar con un pediatra para que te indique los  productos adecuados según la piel de tú bebé. En general, los últimos estudios indican que los repelentes a base de DEET N,N-Dietil-meta-toluamida) o picardin ofrecen la mejor protección contra los mosquitos y garrapatas, insectos que podrían portar y transmitir enfermedades. Lo más recomendable es no comprar el repelente desde donde se viaja, sino que en el país donde se va a estar, para que efectivamente sea efectivo en contra de las picaduras. Por ejemplo, si la familia viaja de vacaciones desde un país a otro, lo mejor es comprar en el destino. La AEP (Asociación Española de Pediatría) indica que la mayoría de los repelentes se pueden utilizar en niños. Aunque aclara que no se recomienda utilizar DEET en menores de 2 meses y se evitará en lo posible en niños menores de 2 años priorizando el uso de mosquitera para cuna. Se pueden aplicar en asientos de coche y cochecitos de paseo. El picaridín no se ha evaluado en menores de 6 meses, por lo que algunos organismos no lo recomiendan. Al utilizar este tipo de productos la AEP recomienda tomar algunas precauciones, como:
  • Leer y seguir las instrucciones de la etiqueta
  • Aplicar un poco de producto en un área pequeña de la piel para ver si no produce reacción
  • Utilizar solo lo suficiente para cubrir piel expuesta y la ropa. No utilizarlos debajo de la ropa
  • Si se utilizan aerosoles, no dirigirlos hacia la cara. Aplicarlos en las manos y luego extenderlo por la cara.
  • No aplicar en heridas, cortes o piel irritada
  • No repelen insectos con aguijón, como avispas y abejas
  • Al volver a casa lavar la piel con agua y jabón, especialmente cuando se van a utilizar durante varios días
  • No dejar que los niños se lo apliquen, deben hacerlo los adultos
  • El adulto se lo echa en las manos y luego se lo aplica al niño
  • Evitar ojos y boca de los niños y utilizarlo con moderación alrededor de los oídos
  • No ponerlo en las manos de los niños (pueden llevarlas a la boca)
  • No aplicarlo en la piel cubierta por la ropa. Si se pone en la ropa, lavarla antes de usarla otra vez
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