Tu hijo está preparado para sacarse los pañales?

Babytuto

7 de enero de 2015

El entrenamiento para ir al baño de día es un proceso por el cual atraviesa cada niño y sus  padres. Muchos de ellos piensan que esta etapa será larga y difícil, pero haciéndolo de manera adecuada es posible lograr el objetivo en forma natural y entretenida.
Lo primero a tener en cuenta es que la habilidad para aprender a ir al baño no ocurre automáticamente cuando los niños cumplen cierta edad, sino en el momento en que están preparados física y emocionalmente para enfrentar el proceso.
¿Cuál es el mejor momento? 
Los padres deben considerar varios aspectos antes de decidir cuál es el momento apropiado para comenzar el entrenamiento. Entre ellos, es importante destacar que no es necesario que el niño hable para iniciarlo, ya que se puede construir una comunicación gestual o de asociación de palabras con actos para llevarlo a cabo.
Un estudio realizado diversos especialistas en el tema, donde se evaluó el desarrollo del control de esfínteres en los niños, demostró que el rango de edad en el que ocurre es entre los 24 y 30 meses de edad. Está comprobado que a esta edad el niño tiene un desarrollo motor que le permite contraer y relajar voluntariamente sus esfínteres externos, tanto uretral, es decir, donde sale la orina, como anal, además es capaz de mantenerse sentado, tiene coordinación y motricidad adecuada para cumplir las tareas básicas requeridas para ir al baño, como subir-bajar los pantalones, tirar la cadena y lavarse las manos. Asimismo, puede seguir órdenes simples, tiene nociones básicas de su esquema corporal, del espacio y presenta interés por imitar a los demás, lo que facilita el aprendizaje del control de esfínteres, al querer sentirse igual a los que le rodean, logrando mayor independencia.
El niño debe mostrar interés en aprender a ir al baño por sí mismo, pero si se resiste es mejor esperar. En la mayoría de los pequeños, el control de las evacuaciones intestinales sucede primero, seguido por el control de la orina durante el día y finalmente en la noche.
¿Cómo saber si tu hijo está preparado?

  • Permanece seco un par de horas durante el día.
  • Los horarios de evacuaciones y micciones empiezan a ser regulares.
  • Indica la necesidad de ir al baño.
  • El niño pide que le cambi
  • en el pañal.
  • Se incomoda al estar sucio o húmedo.
  • Prefiere ropa interior en vez de pañales.
  • Sigue instrucciones simples como “vamos al baño” y “siéntate”.

El comienzo del control de esfínteres se debe postergar si la familia está pasando por momentos de tensión o transición, como cambio de casa, separación de los padres, nacimiento de un hermano o fallecimiento de un familiar. Igualmente, hay que evitar que se convierta en una batalla de deseos de los padres por conseguirlo antes de tiempo.
Otros temas que te podrían interesar: 

 

 

 

Compartir