Terrores nocturnos y pesadillas

Babytuto

15 de octubre de 2015

Muchos son los papás que me preguntan que es un terror nocturno, cómo diferenciarlo de una pesadilla y cómo pueden manejarse. Quisiera dar respuesta a todas esas interrogantes tan comunes: ¿Qué es un terror nocturno? Según el CIE-10 (Clasificación Internacional de Enfermedades, Décima Versión), los terrores nocturnos son un trastorno del sueño y específicamente caen dentro de la categoría de las parasomnias, o más claro, son trastornos episódicos durante el sueño, los cuales durante la infancia están relacionados por lo general con las fases del desarrollo del niño. Situaciones que pueden favorecer que un niño tenga un terror nocturno:
  • Niños muy cansados, agotados, estresados, muy enfermos
  • Niños que han cambiado su rutina de sueño, ya sea durmiendo en lugares nuevos, con personas desconocidas o en horarios muy distintos
  • Niños que están tomando algún medicamento nuevo
¿Cómo saber si es pesadilla o terror nocturno? Los terrores nocturnos se parecen a las pesadillas pero se diferencian principalmente en su intensidad. A diferencia de un terror nocturno, una pesadilla despierta al niño(a), quien es capaz de recordar lo que estaba soñando y uno como padre logra calmarlo y consolarlo. Cuando un niño experimenta terror nocturno, generalmente grita angustiado, se le acelera la respiración y ritmo cardíaco, llegando incluso a sudar. Esta exaltación puede durar cerca de 40 minutos, al cabo de lo cual el niño se calma y puede volver a dormir tranquilamente. Por otro lado, las pesadillas se presentan en la fase de sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos), que ocurre cuando el niño entra en una fase de sueño profundo (2am a 6 am aprox.), mientras que los Terrores Nocturnos suelen presentarse en la fase de sueño NO-MOR, donde el sueño aún es más superficial (2 a 3 horas de que el niño ha conciliado el sueño). Muchos niños cuando pasan de una fase a otra es donde presentan los terrores nocturnos, y como mencionaba, eso puede deberse a una falta de madurez del Sistema Nervioso Central. Los terrores nocturnos suelen ocurrirles a niños de 2 a 5 años principalmente, y es más común en niños que en niñas.  ¿Qué debemos hacer frente a un terror nocturno? La verdad es que no es mucho lo que podemos hacer frente a un terror nocturno. Lo indicado es acompañar al niño hasta que se calme, protegerlo de eventuales golpes o caídas, despejar el suelo para que no se vaya a tropezar. Es importante no forzar al niño al abrazo, eso puede incluso alterarlos más. Acompáñalo sin intentar despertarlo, habla en voz suave y calmada. Lo que sí podemos hacer es evitar las situaciones que podrían propiciar la aparición de un terror nocturno, cómo evitar exponerlo a situaciones de estrés, establecer una adecuada higiene del sueño, con rutinas y horarios estables. También es importante que los niños no lleguen a la hora de dormir totalmente exhaustos y asegúrate de que esté durmiendo las horas necesarias según su edad. Es importante señalar que si bien puede asustar mucho ver a un hijo experimentando un terror nocturno, cuando estos se presentan esporádicamente (1 vez al mes), no suele ser motivo de preocupación y probablemente se deba a un tema de madurez neurológica. Ahora bien, si la frecuencia de los terrores nocturnos es muy alta (casi todas las noches), se recomienda acudir a un neurólogo infantil para que evalúe. Para el caso de las pesadillas el criterio es más bien similar, y si su hijo presenta pesadillas con mucha frecuencia, casi todas las noches, junto a otro signos como ansiedad, irritabilidad, se aconseja consultar con algún psicólogo especialista en niños para evaluar qué circunstancias del entorno del niño puedan estar propiciando dichos síntomas. Alejandra Platoni González Psicóloga Infanto Juvenil Directora Allegra Red Otros temas que te pueden interesar: terroresNocturnos

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