Los andadores o andaderas para bebés se conocen comúnmente por ser un accesorio formado por una silla o asiento montado sobre una base con ruedas lo suficientemente amplia como para que el bebé mueva sus piernas con facilidad y logre movilizarse.
Si bien para muchos padres el andador es un objeto de bastante ayuda para el desarrollo de sus bebés, la Academia Americana de Pediatría (AAP) señala que los andadores no ayudan a que el bebé camine más rápido o antes de lo normal, al contrario podría retrasar el proceso.
Por esta razón, el andador no se debe mirar como una ayuda para dar los primeros pasos, sino como un juguete que aporta en el desarrollo del bebé y como todo juguete se debe ocupar esporádicamente.
Según un documento elaborado por el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la AEP (Asociación Española de Pediatría) los andadores cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses.
Además aseguran que al usar el andador, los bebés perderían experiencias simples que implican notorios retrasos en el desarrollo motor del lactante, pues, por ejemplo, no puede agacharse ni recoger objetos del suelo independientemente.
No obstante, el andador junto con sus accesorios puede estimular a los bebés con sonidos, movimientos, imágenes y texturas divertidas que permitirán a los pequeñitos aprender y pasar un divertido momento.
Pero como cualquier juguete, el andador debe contar con ciertas normas de seguridad, como por ejemplo:
- Asiento que pueda regularse para que el bebé pueda pisar firme sobre el suelo y no en puntas
- Ancho adecuado para movilizarse por todas las zonas sin chocar
- Bloqueo automático en caso de que se utilice en casas con desniveles y escalones
- Puntas y accesorios redondeados
- Asiento lavable (en caso que acumule humedad)
Tomando todas estas precauciones aseguraremos que los bebés gocen de esta herramienta para conocer el mundo a su manera y es por esto que
Los andadores o andaderas para bebés se conocen comúnmente por ser un accesorio formado por una silla o asiento montado sobre una base con ruedas lo suficientemente amplia como para que el bebé mueva sus piernas con facilidad y logre movilizarse.
Si bien para muchos padres el andador es un objeto de bastante ayuda para el desarrollo de sus bebés, la Academia Americana de Pediatría (AAP) señala que los andadores no ayudan a que el bebé camine más rápido o antes de lo normal, al contrario podría retrasar el proceso.
Por esta razón, el andador no se debe mirar como una ayuda para dar los primeros pasos, sino como un juguete que aporta en el desarrollo del bebé y como todo juguete se debe ocupar esporádicamente.
Según un documento elaborado por el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la AEP (Asociación Española de Pediatría) los andadores cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses.
Además aseguran que al usar el andador, los bebés perderían experiencias simples que implican notorios retrasos en el desarrollo motor del lactante, pues, por ejemplo, no puede agacharse ni recoger objetos del suelo independientemente.
No obstante, el andador junto con sus accesorios puede estimular a los bebés con sonidos, movimientos, imágenes y texturas divertidas que permitirán a los pequeñitos aprender y pasar un divertido momento.
Pero como cualquier juguete, el andador debe contar con ciertas normas de seguridad, como por ejemplo:
- Asiento que pueda regularse para que el bebé pueda pisar firme sobre el suelo y no en puntas
- Ancho adecuado para movilizarse por todas las zonas sin chocar
- Bloqueo automático en caso de que se utilice en casas con desniveles y escalones
- Puntas y accesorios redondeados
- Asiento lavable (en caso que acumule humedad)
Tomando todas estas precauciones aseguraremos que los bebés gocen de esta herramienta para conocer el mundo a su manera y es por esto que
Los andadores o andaderas para bebés se conocen comúnmente por ser un accesorio formado por una silla o asiento montado sobre una base con ruedas lo suficientemente amplia como para que el bebé mueva sus piernas con facilidad y logre movilizarse.
Si bien para muchos padres el andador es un objeto de bastante ayuda para el desarrollo de sus bebés, la Academia Americana de Pediatría (AAP) señala que los andadores no ayudan a que el bebé camine más rápido o antes de lo normal, al contrario podría retrasar el proceso.
Por esta razón, el andador no se debe mirar como una ayuda para dar los primeros pasos, sino como un juguete que aporta en el desarrollo del bebé y como todo juguete se debe ocupar esporádicamente.
Según un documento elaborado por el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la AEP (Asociación Española de Pediatría) los andadores cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses.
Además aseguran que al usar el andador, los bebés perderían experiencias simples que implican notorios retrasos en el desarrollo motor del lactante, pues, por ejemplo, no puede agacharse ni recoger objetos del suelo independientemente.
No obstante, el andador junto con sus accesorios puede estimular a los bebés con sonidos, movimientos, imágenes y texturas divertidas que permitirán a los pequeñitos aprender y pasar un divertido momento.
Pero como cualquier juguete, el andador debe contar con ciertas normas de seguridad, como por ejemplo:
- Asiento que pueda regularse para que el bebé pueda pisar firme sobre el suelo y no en puntas
- Ancho adecuado para movilizarse por todas las zonas sin chocar
- Bloqueo automático en caso de que se utilice en casas con desniveles y escalones
- Puntas y accesorios redondeados
- Asiento lavable (en caso que acumule humedad)
Tomando todas estas precauciones aseguraremos que los bebés gocen de esta herramienta para conocer el mundo a su manera y es por esto que recomendamos el Andador Bebesit 3 en 1 porque la estimulación es una de las mejores formas para incentivar el correcto desarrollo del bebé, tomando en cuenta su necesidades y las de toda la familia, procurando el confort y seguridad en todo lo que hacen.