Sin miedos a la hora de dormir

Babytuto

25 de febrero de 2016

No resulta extraño que cuando los niños comienzan a tener cierta independencia, como dormir solos, también presenten distintos temores como el miedo a la oscuridad, lo que convierte la hora de ir a la cama en un gran de dolor de cabeza para los padres.

La AEP (Asociación Española de Pediatría) asegura que durante el desarrollo de los niños, los miedos pueden ser fenómenos muy comunes. Se les conocen como evolutivos, ya que suelen aparecer en períodos de edad determinados, siendo estos temores, en general, pasajeros y de poca intensidad, remitiendo espontáneamente a medida que el niño madura y se desarrolla.
Según cifras de la AEP uno de cada tres niños hacia los 2 años tienen miedo a la oscuridad que puede incluir otros temores, como miedo a la separación, a seres imaginarios y peligrosos, ladrones, ruidos y al abandono.
Una manera de apoyarlos en este proceso es ayudarlos a establecer una rutina que los ayude a comprender que pronto será la hora de dormir. Así lo asegura la AAP (Academia Americana de Pediatría) quien invita a leerle una historia, escuchar música tranquila o darle un baño. Además,  Anita Sepulveda Lema psicóloga de familia y pareja, indica que establecer rutinas les proporciona seguridad.
Por otro lado, la AAP recomienda dejar que el niño duerma con un osito de peluche, una manta especial o algún otro juguete favorito. Éstos ayudan a que los niños se duerman tranquilos, especialmente si se despiertan por la noche. En este sentido, el portal Chile Crece contigo asegura que es positivo proporcionar elementos externos que le den seguridad al niño como por ejemplo usar un “espantacucos”, que sirven para iluminar la pieza con luz tenue, destacando que ninguno de estos elementos va a ser perjudicial si se insertan dentro de la rutina de acostarse.
Cuando los niños aún son muy pequeños o bebé, hay que recordar que la Academia Americana de Pediatría, recomienda mantener objetos como almohadas, soportes, edredones, colchas, juguetes de peluche y dispositivos de posicionamiento lejos de la cuna. También la psicóloga advierte que una cuna con muchos estímulos y al  alcance del bebé puede ser peligroso. "Existe el riesgo que puedan echar cosas a la boca y se puedan atragantar, por lo tanto si se va a poner algo, que no esté al alcance del bebé mientras esté solo en su cuna, tampoco dejar almohadas alrededor que se puedan caer encima de ellos", manifiesta.
Anita Sepúlveda Lema, psicóloga de pareja y familia, aportó información valiosa para desarrollar este artículo. Puedes contactarla a través de su correo anisep@hotmail.com
 

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