Las muertes por accidentes son una de las tasas más altas de fallecimiento en niños. Esta es una de las principales razones por las que los papás deberían estar siempre preparados para enfrentarse a estas eventualidades y poder ayudar a sus hijos en un momento como este.
Sí un niño se atora, ya sea por alimentos, juguetes u otros objetos pequeños, es primordial saber practicar alguna técnica de salvataje, o bien reanimación.
La maniobra de Hemlich es una de las más comunes, y ayuda a despejar las vías respiratorias en caso de que haya algo atorado en ellas.
En niños mayores de un año se procede de la siguiente manera:
- Colocarse detrás de él.
- Buscarle el ombligo que la mano no dominante, para presionar en esa zona.
- Empuñar la mano y poner la otra encima. Presionar con fuerza.
- La presión se hace de abajo hacia arriba, hasta que el cuerpo extraño salga del cuerpo.
Para prevenir este tipo de situaciones se debe evitar darles a los niños objetos muy pequeños, que puedan atorarse en las vías respiratorias. Sí jugará con ellos, que sea en supervisión de un adulto que pueda asistirlo en caso de que ocurra un accidente.
También se debe tener cuidado con los alimentos, que no estén picados muy grandes, cuando ya comiencen a comer cosas más sólidas. En caso de no saber cómo proceder, la mayoría de las clínicas tienen clases de primeros auxilios o maternidad que pueden ayudar a los padres a estar más informados.
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