La etapa oral no le perdona al niño llevarse todo a la boca, y esto sucede hasta aproximadamente los 5 años de edad.
Si en este periodo el niño no usa chupete, lo más probable es que empiece a comer en exceso, o empiece con los llamados “malos hábitos”, como comerse las uñas (onicofagia), chuparse los dedos medio e índice, chuparse el dedo pulgar, ser mordedor o tener bruxismo nocturno.
Este mal habito, que al tratarse de un dedo que tiene hueso, por lo tanto, es muy duro, terminará deformando la mordida y el paladar del niño, produciendo la llamada “mordida abierta anterior” y además, producirá un “paladar ojival o paladar hundido” y esto generara problemas en la fonación. Esta condición a futuro deberá ser resuelta con tratamiento de Ortodoncia.
La Academia Norteamericana de Odontopediatria, considera que el uso del Chupete es menos dañino que la “succión del pulgar”, aunque el chupete igual puede producir una mordida abierta anterior, considera que si el niño abandona el uso del chupete antes de la “dentición definitiva”, la mayoría de estas mordidas abiertas, se podrán revertir en forma espontánea y un porcentaje menor deberá recurrir a ortodoncia, condición que difícilmente se producirá con la succión del pulgar.
Debido a lo comentado previamente, es importante que el Chupete que va a usar el Bebe, sea lo más blando posible y que su tetina sea tubular/cilíndrica y sin angulación, tal como es el pezón materno.
Dr. Pedro Marinov Martinić
Médico Pediatra