Qué es la leche de formula y en qué casos se puede utilizar

Babytuto

25 de octubre de 2020

Existen muchas ocasiones en que los bebés no pueden alimentarse con la leche materna.  Un trastorno en el pezón, cólicos, alergias o problemas con su metabolismo, son algunas de las razones por las cuales tu bebé puede rechazar la materna, así como también la demora en la salida de la leche o por el contrario, si ésta sale con demasiada fuerza, el pequeño puede sentir que se atora.

El pediatra Oswaldo Mercado Hoyos explica que existe un trastorno en la fisiología de los bebés que se debe a una condición de predisposición familiar, y es la alergia a la proteína de la leche.

Generalmente, esta alergia se manifiesta en recién nacidos que tienen antecedentes familiares de alergia y una vez que comienzan la lactancia, surgen en ellos síntomas como dolores fuertes de estómago, vómitos, reflujo y hasta lesiones en su delicada piel. Si notas una o todas de las características enumeradas, debes consultar inmediatamente con su pediatra.

Lo primero que se hace en estos casos es restringir la leche, sus derivados y cualquier alimento con trazas de leche en la dieta de la madre, para tratar de conservar la lactancia materna. Si esto no funciona, existen preparados especiales que te los mencionaremos a continuación.

Como alternativa a lo que te mencionábamos en los párrafos anteriores, nace la leche de fórmula, la cual se prepara de manera artificial y ofrece muchas de las propiedades nutricionales que la leche materna podría entregar la mamá a su pequeño.

Éstas están fabricadas de manera que se asemejen lo más posible a la leche materna. Sin embargo, no pueden transmitir al bebé los anticuerpos que sí le proporciona la lactancia materna.

Tanto la OMS como los expertos en lactancia, siempre recomendaran la leche materna en todos aquellos casos en que los niños no sufran ninguna clase de problema al consumirla.

Las principales características y tipos de las leches de fórmula que podemos encontrar en la actualidad son:

Encuentra diversas marcas de leche de formula aquí

Leche de fórmula de inicio: Es aquella que se da a los niños desde su nacimiento hasta los seis meses como único alimento. Está preparada de forma que contenga las propiedades nutritivas más parecidas a la leche materna.

Leche de fórmula de continuación: Es aquella que se administra a partir de los seis meses en conjunto con otros alimentos.

También existen dos leches de sustitución adicionales que pueden presentar aspectos de las dos anteriores, pero cuyos fines principales son otros:

Leche de fórmula adaptada: Es una leche que contiene sustancias como nucleótidos, ácidos grasos poliinsaturados u oligosacáridos con efecto bidógeno que hacen que se parezca a la materna en cuanto a su fisiología.

Leche de fórmula especial: Es la leche que se prescribe a aquellos niños con alguna patología y que presenta características especiales.

También existen leches de fórmula especial para bebés prematuros, con una composición mayor en calorías.

Cómo administrar la leche de fórmula

La manera más común para alimentar a tu bebé con leche de fórmula es con una mamadera. Para sus primeros meses de vida, se recomienda el uso de mamaderas de vidrio, ya que permiten la ebullición y evitan que se depositen residuos. Puedes ver aquí las que tenemos que Babytuto.

No es necesario calentar la leche de fórmula, pero en caso de hacerlo debe hacerse sumergiendo la mamadera en agua caliente y dejarla entibiar.

Aunque la cantidad de tomas suelen estar establecidas por el pediatra, por lo general se administran de la siguiente manera:

  • En las primeras dos semanas, ocho tomas de 60cc.
  • Entre la tercera y la octava semana, siete tomas de 90cc.
  • Durante el segundo y tercer mes, cinco tomas con una mayor cantidad de leche.

En cuanto a la manera de digerirla, el bebé lo hará de manera mucho más lenta que cómo lo haría con la leche materna debido sus componentes. Respecto a qué hacer si no la consume toda en el momento en que se la diste, ésta debes desecharla ya que se descompone mucho más rápido que la leche materna y podría llegar a provocar dolores de estómago.

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