Primera semana de tu bebé
Babytuto
7 de junio de 2013
Durante la primera semana de vida, la vista de los bebés es aún muy difusa, ya que nacen miopes y sólo pueden ver los objetos cuando están máximo a 20 o 35 centímetros de su cara. Lo ideal es sostenerlos a esa distancia, así son capaces de ir reconociendo el rostro de su mamá, papá o cuidador.
Es probable que el bebé recién nacido no mire directamente a los ojos, ya que prefieren fijar su mirada en las cejas, pelo o boca de quien está cerca. En cuanto a los colores son capaces de identificar aquellos que tienen un alto contraste, como el blanco y el negro.
En esta primera semana las mamás experimentan diversos cambios en su cuerpo, como la "bajada" de la leche, que podría causar congestión mamaria. Durante este periodo los pechos se ponen más sensibles, duros, calientes y se tienden a hinchar, síntomas que van disminuyendo una vez que el cuerpo de la mujer se adapta a la lactancia materna.
Para evitar estos malestares y una eventual congestión mamaria o mastitis se recomienda:
- Tomar una ducha caliente
- Aplicar compresas calientes en la zona
- Extraer un poco de leche de cada pecho antes de amantar, ya que puede estar muy lleno y me sea más difícil que el bebé se acople correctamente
- Usar un sostén adecuado para la lactancia
- Tomar abundantes líquidos para estar hidratada y mantener la producción
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Primera semana de tu bebé
Babytuto
7 de junio de 2013
Durante la primera semana de vida, la vista de los bebés es aún muy difusa, ya que nacen miopes y sólo pueden ver los objetos cuando están máximo a 20 o 35 centímetros de su cara. Lo ideal es sostenerlos a esa distancia, así son capaces de ir reconociendo el rostro de su mamá, papá o cuidador.
Es probable que el bebé recién nacido no mire directamente a los ojos, ya que prefieren fijar su mirada en las cejas, pelo o boca de quien está cerca. En cuanto a los colores son capaces de identificar aquellos que tienen un alto contraste, como el blanco y el negro.
En esta primera semana las mamás experimentan diversos cambios en su cuerpo, como la "bajada" de la leche, que podría causar congestión mamaria. Durante este periodo los pechos se ponen más sensibles, duros, calientes y se tienden a hinchar, síntomas que van disminuyendo una vez que el cuerpo de la mujer se adapta a la lactancia materna.
Para evitar estos malestares y una eventual congestión mamaria o mastitis se recomienda:
- Tomar una ducha caliente
- Aplicar compresas calientes en la zona
- Extraer un poco de leche de cada pecho antes de amantar, ya que puede estar muy lleno y me sea más difícil que el bebé se acople correctamente
- Usar un sostén adecuado para la lactancia
- Tomar abundantes líquidos para estar hidratada y mantener la producción
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