No existe una edad determinada para que los niños dejen la cuna y comiencen a dormir en una cama grande. El mismo niño irá dando las señales y pautas de desarrollo para entender que están listos para salir de la cuna.
La AAP (Academia Americana de Pediatría) recomienda que si un niño se puede parar en la cuna, si la barandilla de la cuna le queda debajo del pecho o si puede pasar por encima de la barandilla, ¡ha llegado ya la hora de dormir en una cama!
Hay que destacar que el paso de un niño pequeño a una cama grande, por la que generalmente optan los padres, puede tener sus desventajas. Para evitarlas, es que existen varias alternativas en el mercado; una de ellas son las camas de transición.
¿Por qué se recomiendan las camas de transición?
- Porque tienen barandas incluidas que ofrecen protección al pequeño.
- Al ser distinta a la de los padres, les otorga un sentido de pertenencia al reconocerla como propia.
- Tienen el tamaño adecuado para el cuerpo del niño.
- No tienen gran altura, por lo que se reduce el riesgo de accidente.
- Los pequeños no necesitan ayuda para subirse y bajarse por lo que van adquiriendo independencia.
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