Muchos pequeños pasan del andador al paso firme, dejando de lado el “gateo”. Informémonos sobre lo relevante que es para el desarrollo y aprendizajes posteriores.
Gatear es la primera experiencia “todo terreno” que tienen los niños para explorar su alrededor, construyendo una imagen más completa de su entorno. Es aquí donde se unifican y sincronizan los movimientos, dando paso por primera vez a la armonía de todo el cuerpo en una misma actividad. Algunos suelen empezar alrededor de los siete u ocho meses, otros lo hacen alrededor del año, mientras que algunos aprenden a caminar sin haber gateado nunca.
¿Qué beneficios tiene gatear?
- Desarrollar la visión, el tacto, equilibrio, conciencia de sonidos, percepción del cuerpo en el espacio, entre otros.
- Fortalecer y desarrollar los músculos y articulaciones de todo el cuerpo.
- Integrar los hemisferios cerebrales, por lo tanto, favorecer la comunicación y coordinación entre los dos lados del cerebro, ya que se requiere el entrecruzamiento de las extremidades.
- Adquirir autonomía al poder moverse y decidir dónde ir.
- Trabajar la coordinación cerebral ojo-mano, que más adelante ayudará en la lecto-escritura, estableciendo una distancia similar a la que habrá entre el ojo y mano a la hora de leer o escribir.
¿Cómo podemos estimular el gateo en casa?
- Aprovechemos de la época veraniega para meterlos en la piscina (en nuestros brazos), de manera que hagan movimientos de natación tipo perrito, agitando todas sus extremidades.
- Proporcionemos espacios seguros en donde puedan desplazarse. Adaptemos enchufes y puntas de muebles si presentan peligro.
- Vistámoslos con ropa cómoda (ojalá sin zapatos).
- Mostrémosles con nuestro propio ejemplo cómo se gatea, para que nos imiten.
- Motivémoslos a que persigan alguno de sus juguetes favoritos, poniéndolos a una distancia cercana y alentémoslos a que los vayan a buscar.
- A medida que comiencen a gatear vayamos poniéndoles obstáculos en los recorridos (almohadas, frazadas de bebé) para que busquen la manera de esquivarlos.
Es importante que lo vean como un juego y no como una obligación o meta, teniendo siempre en claro que mientras mejor lo pasen más ganas tendrán de hacerlo. Es relevante destacar que no importa el cómo gateen sino que aprendan a desplazarse.