La obesidad en niños tanto en Chile como en el mundo ha ido ha aumentado progresivamente. Cifras entregadas por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (JUNAEB) dan cuenta de una tendencia al aumento de la obesidad infantil en los últimos 20 años, llegando a niveles donde, según el mapa nutricional 2018, aproximadamente la mitad de población que inicia el primer ciclo de enseñanza, tiene malnutrición por exceso: 26,4% de sobrepeso y 24,4% de obesidad en Primer año de Enseñanza Básica. Situación que ha ido empeorando: en el mapa nutricional 2019, 4 de cada 10 niños, de kínder y primero básico, presentan obesidad severa.
Esfuerzos como padres
Los padres debemos esforzarnos por transmitir a los niños, desde edades muy tempranas, hábitos de alimentación saludable y de actividad física. Ofrecer variedad de frutas y vegetales desde las primeras comidas, respetar horarios de alimentación y fomentar el consumo de agua.
Es importante tratar de comer juntos sentados a la mesa por lo menos una vez al día, evitando la televisión. Así como estimular actividad física diaria en los niños, realizar actividades en familia, limitar horas de TV y computador, y fomentar el juego al aire libre.
Pautas básicas de alimentación en niños menores de 7 años.
En términos generales los niños deben recibir una dieta variada y equilibrada. Se recomienda el consumo de 3 lácteos bajos en grasas al día, 5 frutas y verduras frescas de distintos colores todos los días, legumbres 2 veces por semana y pescados 2 veces por semana . Es importante seleccionar alimentos más naturales, menos procesados, con menos sal y evitar las frituras y alimentos con grasas como embutidos y mayonesa.
Porciones de alimentos
Las porciones que deben recibir los niños claramente deben ser menores que las de los adultos, lo que va a variar según la edad del niño. Si el niño es sano y crece bien, no es necesario obligarlo a comer todo el plato, hay que saber reconocer las señales de saciedad que ellos brindan.
La porción de hidratos de carbono debería ser entre media a 1 taza, las porciones de carnes (proteínas) alrededor del tamaño de la palma del niño, mientras que las verduras pueden ser de consumo más libre.
Alimentación en vacaciones
Tratar, en lo posible, de mantener horarios y no consumir en exceso helados, alimentos con azúcar o exceso de calorías.
Colaciones
Se recomienda preferir colaciones a base de frutas, cereales o lácteos bajos en grasas. Evitar las galletas, golosinas dulces y saladas y alimentos “ALTO EN `sodio, azúcares, grasas saturadas o calorías´”, ya que estos alimentos generan rechazo de las comidas regulares y se asocian a obesidad.
Evitar enviar al colegio o jardín jugos con azúcar y estimular el consumo de agua.
Riesgos de la obesidad
La obesidad en la infancia se asocia a obesidad en edad adulta, lo que incide en un aumento del riesgo de enfermedades crónicas asociadas a la nutrición como la Diabetes tipo 2, Dislipidemia, Hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares, entre otras, con el consecuente deterioro de la calidad y expectativas de vida.
Dra. Elizabeth Yañez, pediatra jefe del programa Crecer Liviano de Clínica Alemana.
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