No te avergüences, sé libre!
Babytuto
6 de marzo de 2018
A los hombres no se les da muchos modelos a seguir positivos, y los que tienen, a menudo poseen un estándar irreal de masculinidad al que la mayoría no puede llegar – por ejemplo, James Bond. Pero hablando en serio, qué prototipos nos otorga el mundo mediático para un hombre que está tratando de modelarse en base a una figura que sea sexy, positiva al sexo, actualizada, habilidosa en relaciones, y no un idiota autodestructivo.
Más a menudo, los ejemplos de sexualidad masculina que vemos en los medios son ejemplos de sexualidad podrida – casos de violaciones, estrellas de películas o políticos con escándalos por actividades sexuales, acoso sexual por parte de celebridades deportivas, etc.
Con expresiones como, “Si tan solo supieras las cosas que pasan por la mente de los chicos”, la idea perpetúa que la sexualidad masculina en su estado puro está equivocada, es vergonzosa y equivocada; y más allá, que lo único que hace que los hombres sean aceptados por la sociedad es que reconozcan su equivocación inherente e impidan su expresión, como intento de mezclarse con normalidad.
Un artículo reciente en el Philosopher Mail hablaba acerca de la relación lésbica entre Cara Delevigne y Michelle Rodriguez, y por qué están los hombres esclavizados por esta:
Un tipo de respuesta comienza con la culpa residual que muchos hombres sienten con respecto al sexo. Un buen número de ellos pasa la gran parte de sus años de adolescencia formativa sintiendo que el sexo es algo que quieren cada vez más, y cada vez más urgentemente, que las mujeres. Amarían ir más allá, tratar ciertas cosas, pero las mujeres que conocen a menudo los miran directamente y nunca los llaman de nuevo. Los escenarios del porno y en su imaginación parece incapaz de ser encarnado por nadie disponible en el mundo real. El resultado es la vergüenza: podría terminar pareciendo que el sexo es una cosa embarazosamente peculiar que ellos inventaron y que no pueden persuadir a nadie más para que participe. Incluso fuera de los sistemas de creencia religiosa, incluso en nuestra época libre, es muy fácil para que los hombres heterosexuales se sientan solos, e incluso sucios, por tener un motor sexual. Por eso el lesbianismo es un alivio para los hombres. Al fin, esta es la prueba incontrovertible de un punto que siempre ha estado, pero no siempre de forma obvia: que los hombres quieren sexo tanto, e incluso más que los hombres; que las mujeres pueden estar tan intransigente, imaginativas y comprometidas con su búsqueda como cualquier hombre.
Los hombres se ven atraídos al lesbianismo porque esto les prueba que el sexo no es solo su idea. Pero también está la trágica ironía, obviamente. Mientras haya más misoginia, donde las mujeres sean juzgadas negativamente por sus deseos y acciones sexuales, mayor será el miedo de las mujeres de admitir que desean el sexo como suyo también, y más hombres se sentirán solos y aislados en sus necesidades sexuales. La vergüenza agrede a todos.
Si las mujeres se enfrentan a la vergüenza por expresar que tal vez el sexo es su idea también, entonces estarán menos dispuestas a iniciarlo, y los hombres sentirán vergüenza por pensar que están solos en lo que sus gustos. Y ese es solo una punta del espectro. Quizás aun peor para la sociedad que dejar que la masculinidad ande errante es no mantener una masculinidad en un standard socialmente impuesto. Es igual de amenazante para un hombre admitir que no tiene interés en el sexo con cualquier mujer dispuesta y atractiva, o no quiere tener tanto sexo como la sociedad cree que debería tener. Algunos hombres que conozco han sido acosados por mujeres y sintieron que no podían expresarlo. Los hombres también están sujetos a doble estándares, y eso es aún menos comentado. Para tener una sexualidad masculina que esté “bien” es una línea fina que definir – muy deseador, o no lo suficientemente deseador, y uno está mal.
Un amigo mío experimentó una gran cantidad de vergüenza en su relación anterior. Cuando me lo admitió, pude ver la duda propia que lo había causado, incluso en la forma en que pronunció enfáticamente su realización de que es una buena persona, aunque se defendiera contra unas aprensiones que lo atormentaban en su mente – “tus deseos están mal y por eso tú estás mal por tenerlos”.
Creo que es importante para la gente en relaciones el crear un espacio seguro para que sus parejas sean auténticas y honestas al hablar acerca de sus deseos, y que lo hagan sin miedo a avergonzarse o ser juzgados. Y quiero enfocar especialmente cómo las mujeres pueden ser empáticas con la vergüenza que los hombres enfrentan alrededor del sexo.
Al preguntar qué es lo que quieres y estar dispuesta a escuchar qué quiere tu pareja sin juzgar, es importante entender que solo porque tu pareja tiene un deseo, esto no significa que te esté obligando a cumplirlo. Pero también solo porque no quieras cumplirlo, esto no significa que debas juzgarlo como algo negativo. Es posible decir, “Está bien que quieras eso, pero no estoy cómod@ haciéndolo” (O decir, “Ok, quizás una vez en tu cumpleaños”). Al menos eso te dará la honestidad necesaria en tu relación y ayudará a cimentar lo que ambos son – o aceptar el hecho que tus necesidades y deseos son tan distintos, que quizás estén más felices con otras personas más compatibles.
O siendo más optimistas, las conversaciones con respecto al sexo también pueden concluir con un “sí” compartido y lograr que ambos inicien un camino de cumplimiento mutuo acerca de sus deseos y de la mayor intimidad compartida que viene con eso. Compartir tus fantasías sexuales es un acto de generosidad, valentía y nobleza debido a causa de la confianza y comunicación segura que acoge, y en el mejor de los casos, el increíble sexo que esto crea. Pienso que al hacer este trabajo, en aprender el cómo convertirse en mejor pareja y en mejores amante, también aprendemos más acerca de lo que necesitamos del otro a cambio. Entonces, talvez este post también es acerca de cómo dejar ir la vergüenza en nosotros. Porque no es entretenido para nadie – sea Hombre o Mujer.
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No te avergüences, sé libre!
Babytuto
6 de marzo de 2018
A los hombres no se les da muchos modelos a seguir positivos, y los que tienen, a menudo poseen un estándar irreal de masculinidad al que la mayoría no puede llegar – por ejemplo, James Bond. Pero hablando en serio, qué prototipos nos otorga el mundo mediático para un hombre que está tratando de modelarse en base a una figura que sea sexy, positiva al sexo, actualizada, habilidosa en relaciones, y no un idiota autodestructivo.
Más a menudo, los ejemplos de sexualidad masculina que vemos en los medios son ejemplos de sexualidad podrida – casos de violaciones, estrellas de películas o políticos con escándalos por actividades sexuales, acoso sexual por parte de celebridades deportivas, etc.
Con expresiones como, “Si tan solo supieras las cosas que pasan por la mente de los chicos”, la idea perpetúa que la sexualidad masculina en su estado puro está equivocada, es vergonzosa y equivocada; y más allá, que lo único que hace que los hombres sean aceptados por la sociedad es que reconozcan su equivocación inherente e impidan su expresión, como intento de mezclarse con normalidad.
Un artículo reciente en el Philosopher Mail hablaba acerca de la relación lésbica entre Cara Delevigne y Michelle Rodriguez, y por qué están los hombres esclavizados por esta:
Un tipo de respuesta comienza con la culpa residual que muchos hombres sienten con respecto al sexo. Un buen número de ellos pasa la gran parte de sus años de adolescencia formativa sintiendo que el sexo es algo que quieren cada vez más, y cada vez más urgentemente, que las mujeres. Amarían ir más allá, tratar ciertas cosas, pero las mujeres que conocen a menudo los miran directamente y nunca los llaman de nuevo. Los escenarios del porno y en su imaginación parece incapaz de ser encarnado por nadie disponible en el mundo real. El resultado es la vergüenza: podría terminar pareciendo que el sexo es una cosa embarazosamente peculiar que ellos inventaron y que no pueden persuadir a nadie más para que participe. Incluso fuera de los sistemas de creencia religiosa, incluso en nuestra época libre, es muy fácil para que los hombres heterosexuales se sientan solos, e incluso sucios, por tener un motor sexual. Por eso el lesbianismo es un alivio para los hombres. Al fin, esta es la prueba incontrovertible de un punto que siempre ha estado, pero no siempre de forma obvia: que los hombres quieren sexo tanto, e incluso más que los hombres; que las mujeres pueden estar tan intransigente, imaginativas y comprometidas con su búsqueda como cualquier hombre.
Los hombres se ven atraídos al lesbianismo porque esto les prueba que el sexo no es solo su idea. Pero también está la trágica ironía, obviamente. Mientras haya más misoginia, donde las mujeres sean juzgadas negativamente por sus deseos y acciones sexuales, mayor será el miedo de las mujeres de admitir que desean el sexo como suyo también, y más hombres se sentirán solos y aislados en sus necesidades sexuales. La vergüenza agrede a todos.
Si las mujeres se enfrentan a la vergüenza por expresar que tal vez el sexo es su idea también, entonces estarán menos dispuestas a iniciarlo, y los hombres sentirán vergüenza por pensar que están solos en lo que sus gustos. Y ese es solo una punta del espectro. Quizás aun peor para la sociedad que dejar que la masculinidad ande errante es no mantener una masculinidad en un standard socialmente impuesto. Es igual de amenazante para un hombre admitir que no tiene interés en el sexo con cualquier mujer dispuesta y atractiva, o no quiere tener tanto sexo como la sociedad cree que debería tener. Algunos hombres que conozco han sido acosados por mujeres y sintieron que no podían expresarlo. Los hombres también están sujetos a doble estándares, y eso es aún menos comentado. Para tener una sexualidad masculina que esté “bien” es una línea fina que definir – muy deseador, o no lo suficientemente deseador, y uno está mal.
Un amigo mío experimentó una gran cantidad de vergüenza en su relación anterior. Cuando me lo admitió, pude ver la duda propia que lo había causado, incluso en la forma en que pronunció enfáticamente su realización de que es una buena persona, aunque se defendiera contra unas aprensiones que lo atormentaban en su mente – “tus deseos están mal y por eso tú estás mal por tenerlos”.
Creo que es importante para la gente en relaciones el crear un espacio seguro para que sus parejas sean auténticas y honestas al hablar acerca de sus deseos, y que lo hagan sin miedo a avergonzarse o ser juzgados. Y quiero enfocar especialmente cómo las mujeres pueden ser empáticas con la vergüenza que los hombres enfrentan alrededor del sexo.
Al preguntar qué es lo que quieres y estar dispuesta a escuchar qué quiere tu pareja sin juzgar, es importante entender que solo porque tu pareja tiene un deseo, esto no significa que te esté obligando a cumplirlo. Pero también solo porque no quieras cumplirlo, esto no significa que debas juzgarlo como algo negativo. Es posible decir, “Está bien que quieras eso, pero no estoy cómod@ haciéndolo” (O decir, “Ok, quizás una vez en tu cumpleaños”). Al menos eso te dará la honestidad necesaria en tu relación y ayudará a cimentar lo que ambos son – o aceptar el hecho que tus necesidades y deseos son tan distintos, que quizás estén más felices con otras personas más compatibles.
O siendo más optimistas, las conversaciones con respecto al sexo también pueden concluir con un “sí” compartido y lograr que ambos inicien un camino de cumplimiento mutuo acerca de sus deseos y de la mayor intimidad compartida que viene con eso. Compartir tus fantasías sexuales es un acto de generosidad, valentía y nobleza debido a causa de la confianza y comunicación segura que acoge, y en el mejor de los casos, el increíble sexo que esto crea. Pienso que al hacer este trabajo, en aprender el cómo convertirse en mejor pareja y en mejores amante, también aprendemos más acerca de lo que necesitamos del otro a cambio. Entonces, talvez este post también es acerca de cómo dejar ir la vergüenza en nosotros. Porque no es entretenido para nadie – sea Hombre o Mujer.
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