Niños inquietos, padres atentos

Babytuto

5 de junio de 2015

Criar a nuestros hijos e hijas, puede tornarse toda una aventura: llena de desafíos y aprendizajes.  Es un camino que se va descubriendo en el quehacer cotidiano y que sin duda sorprende y encandila. Pero a pesar de esta bella experiencia, hay momentos que nos llenan de angustia, desesperación e incertidumbre, pues no sabemos cómo actuar. Uno de estos instantes de agobio e impaciencia tiene que ver con la denominada “mala  conducta”. Ser revoltoso, inquieto, travieso y desordenado, son comúnmente considerados como aspectos negativos y cuesta lidiar con ello. Esto es porque tanto la escuela como la sociedad en general, prefieren niños y niñas obedientes y tranquilos, pero ¿Hasta qué punto nuestra crianza es respetuosa si no consideramos el movimiento de los niños y niñas como fundamentales para su desarrollo? Es por ello que es importante señalar en primer lugar, que el moverse, es muy significativo en el desarrollo y que tanto la quietud como la inquietud requieren que los padres sean capaces de interpretar, contener y satisfacer las primeras necesidades y demandas, pues sin ellos, el infante no tendría como construir sus propios deseos ni a quién dirigir sus actos. De esta manera, cuando nace el bebé, padres y madres deben aprender a interpretar los gestos y llantos y así saber cuándo tiene hambre o sueño. Luego deben comprender a partir de sus acciones, cuándo están felices o enojados y cuándo tienen curiosidad o están asustados. Así, sucesivamente en las distintas etapas de la vida, se debe comprender qué nos quieren decir nuestros niños y niñas con su actuar. Sin embargo, a menudo el comportamiento no es leído como una forma de comunicación, sino más bien como un problema, y lo que suele generar conflicto es el “exceso de movimiento”: saltar en la cama, correr por la casa, arrastrarse, tirar juguetes, golpear la mesa,  etc. Lo importante aquí es entender que aunque no lo parezca,  esas acciones tienen significado para los niños. En este sentido, considerando que tienen una razón de ser, debemos buscar comprender su lógica. Entonces si un niño o niña recurre al movimiento como medio de comunicación, es porque entonces hay otro medio que no funciona: el lenguaje. De esta manera, si un infante quiere decir algo, y no puede porque no sabe o porque simplemente no es atendido ni escuchado, agitará sus brazos, romperá algo, saltará, etc. En definitiva, buscará llamar la atención. Es por ello que el primer foco debe estar puesto en el nivel de interés que tenemos de los niños. Lo anterior no significa que puedan hacer lo que quieran, sino que sepan que hay un otro que enseña, que escucha y que busca entender.  Por lo tanto, lo que debemos hacer como padres y madres respetuosos de la crianza de nuestros pequeños, es generar instancias de diálogo, es decir, escuchar lo que nos dicen a través de sus gestos, acciones y palabras. Por lo tanto, la búsqueda del diálogo con los niños y niñas, ya sea por medio de juegos, palabras o gestos, es trascendental, ya que construiremos en alianza soluciones y comprenderemos juntos el problema. De esta manera, si nuestro  hijo o hija es inquieto/a, no debemos enjuiciar a priori su conducta, menos aún debemos castigar con golpes y en la escuela, debemos resistirnos a la idea de medicar. Por el contrario, hay que indagar el porqué de su actuar, en qué momento se comporta así y qué explicaciones hay detrás de ello. Que un niño corra salte y juegue, es más bien síntoma de un niño creativo y activo, por ello  debemos armarnos de paciencia para enseñar y mostrar con amor límites y posibilidades. Así, si nuestro hijo o hija corre todo el día por la casa, desordena sus juguetes, se esconde, salta y raya las paredes, debemos ubicarnos a su altura, mirarlos a los ojos y preguntar ¿qué estás haciendo? ¿por qué lo haces? y asimismo enseñarles por qué es peligroso saltar sobre el sillón antes de regañar gritar o ignorar. Con palabras, juegos y amor, nos entendemos las personas y los niños y niñas, sin duda son personas. Si buscamos respeto, entonces respetémonos, si buscamos razones, entonces hablemos, pues sólo con amor y dedicación podremos criar niños y niñas felices.  Otros temas que te podrían interesar: shutterstock_262073243.jpg>50:73.75  

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