Micronutrientes indispensables durante el embarazo
Babytuto
30 de julio de 2015
En concordancia con el capítulo anterior, continuamos explicando la importancia de los micronutrientes que no pueden faltar en la alimentación de nuestra futura mamá y en qué alimentos se encuentra cada uno. ¡Te invitamos a leer!
Vitamina A: Su carencia es teratógena, es decir que puede provocar malformaciones en el bebé en gestación. Su déficit además, se asocia a un reducido tamaño de los riñones en el recién nacido, prematurez y mala función pulmonar. ¿Cómo lo evitamos? Integrando a nuestra dieta carne, huevos, leche, crema de leche, queso, hígado, aceite de hígado de bacalao, entre otros.
Vitamina B6: Esencial en el desarrollo del sistema nervioso y crecimiento del bebé. Lo encontramos en los frutos secos, legumbres, carnes y pescado.
Vitamina B12: Indispensable ya que su ausencia puede producir el desarrollo de espina bífida en el bebé en conjunto con el déficit de vitamina B6 por lo cual ayuda a prevenir alteraciones en el sistema cognitivo y motor. Se encuentra en alimentos de origen animal como carnes y productos lácteos. Mujeres vegetarianas deben recibir suplementos de esta vitamina, ya que suelen presentar carencias.
Vitamina C: Implicado en el crecimiento y reparación de tejidos del bebé, además de mejorar la absorción del hierro y potenciar el sistema inmune. Lo encontramos en frutas y verduras de preferencia frescas y crudas.
Vitamina D: Ayuda a aumentar la absorción de calcio, cuyo requerimiento es más elevado en este período. Nuestro propio cuerpo también es capaz de producir esta vitamina con la exposición al sol, así que te recomendamos salir al exterior y dar un paseo. Se encuentra en el “pescado azul” es decir en los pescados de aguas frías como el atún, jurel, salmón y lácteos que no estén completamente desnatados.
Vitamina K: Posee una importante función en la salud ósea y en la coagulación, por lo que su presencia durante el embarazo es fundamental. Se han observado carencias de esta vitamina en mujeres con hiperémesis gravídica, enfermedad de Crohn y derivación gástrica. La encontramos en las verduras de hoja verde oscuro.
Colina: Necesaria para lograr la integridad de las membranas celulares y la transmisión de los impulsos nerviosos del bebé. Lo encontramos en el hígado de ternera, yema de huevo, cerdo, pavo, pollo, pescado y germen de trigo. Las embarazadas que no consumen estos alimentos pueden requerir de suplementación.
Cobre: Muy importante, ya que está demostrado que a menudo, las dietas de las embarazadas son pobres en este mineral. Su carencia altera el desarrollo embrionario del bebé, y pueden existir mutaciones como la enfermedad de Menkes. Además, se pueden producir carencias de cobre por ingesta excesiva de hierro, zinc, consumo de determinados fármacos o incluso por cirugía bariátrica. Lo encontramos en los mariscos, ostras, los granos enteros, nueces, papas, legumbres, e hígado, además se encuentra presente en las verduras de hoja verde oscuro, la ciruela y levadura.
Fósforo: Su déficit es poco habitual, si la futura mamá se alimenta buena manera. Sin embargo, se ha detectado su carencia en mujeres que padecen de vómitos de manera importante. Lo podemos encontrar principalmente en los productos cárneos y lácteos, además de las frutas y verduras, sin embargo las cantidades de fósforo que contienen son pequeñas.
Sodio: Su restricción en la dieta o la utilización de diuréticos en embarazadas con edema, no es aconsejable. Para esto, se aconseja la moderación en su consumo así como también en alimentos ricos en sodio tales como carnes frías y curadas como el jamón o pavo, mostaza, kétchup, pan frica, galletas, papas chips, cabritas, etc. Sin embargo es importante considerar que su restricción no se encuentra justificada. Su consumo diario debe mantenerse por encima de los 2 a 3 gramos al día (referencia: 1 gramo de sal equivale a una tapita de lápiz bic) de preferencia debemos consumir sal yodada.
Si tienes dudas, sugerencias o deseas que hablemos de algún tema en especial, no dudes en manifestar tus ideas ¡Siempre serán bienvenidas! Ustedes, futuras mamitas son las protagonistas de todo este proceso tan maravilloso que es llevar una vida dentro de su guatita y siempre será un privilegio escribir para ustedes.
Muchísimos cariños.
Otros temas que te podrían interesar:
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Micronutrientes indispensables durante el embarazo
Babytuto
30 de julio de 2015
En concordancia con el capítulo anterior, continuamos explicando la importancia de los micronutrientes que no pueden faltar en la alimentación de nuestra futura mamá y en qué alimentos se encuentra cada uno. ¡Te invitamos a leer!
Vitamina A: Su carencia es teratógena, es decir que puede provocar malformaciones en el bebé en gestación. Su déficit además, se asocia a un reducido tamaño de los riñones en el recién nacido, prematurez y mala función pulmonar. ¿Cómo lo evitamos? Integrando a nuestra dieta carne, huevos, leche, crema de leche, queso, hígado, aceite de hígado de bacalao, entre otros.
Vitamina B6: Esencial en el desarrollo del sistema nervioso y crecimiento del bebé. Lo encontramos en los frutos secos, legumbres, carnes y pescado.
Vitamina B12: Indispensable ya que su ausencia puede producir el desarrollo de espina bífida en el bebé en conjunto con el déficit de vitamina B6 por lo cual ayuda a prevenir alteraciones en el sistema cognitivo y motor. Se encuentra en alimentos de origen animal como carnes y productos lácteos. Mujeres vegetarianas deben recibir suplementos de esta vitamina, ya que suelen presentar carencias.
Vitamina C: Implicado en el crecimiento y reparación de tejidos del bebé, además de mejorar la absorción del hierro y potenciar el sistema inmune. Lo encontramos en frutas y verduras de preferencia frescas y crudas.
Vitamina D: Ayuda a aumentar la absorción de calcio, cuyo requerimiento es más elevado en este período. Nuestro propio cuerpo también es capaz de producir esta vitamina con la exposición al sol, así que te recomendamos salir al exterior y dar un paseo. Se encuentra en el “pescado azul” es decir en los pescados de aguas frías como el atún, jurel, salmón y lácteos que no estén completamente desnatados.
Vitamina K: Posee una importante función en la salud ósea y en la coagulación, por lo que su presencia durante el embarazo es fundamental. Se han observado carencias de esta vitamina en mujeres con hiperémesis gravídica, enfermedad de Crohn y derivación gástrica. La encontramos en las verduras de hoja verde oscuro.
Colina: Necesaria para lograr la integridad de las membranas celulares y la transmisión de los impulsos nerviosos del bebé. Lo encontramos en el hígado de ternera, yema de huevo, cerdo, pavo, pollo, pescado y germen de trigo. Las embarazadas que no consumen estos alimentos pueden requerir de suplementación.
Cobre: Muy importante, ya que está demostrado que a menudo, las dietas de las embarazadas son pobres en este mineral. Su carencia altera el desarrollo embrionario del bebé, y pueden existir mutaciones como la enfermedad de Menkes. Además, se pueden producir carencias de cobre por ingesta excesiva de hierro, zinc, consumo de determinados fármacos o incluso por cirugía bariátrica. Lo encontramos en los mariscos, ostras, los granos enteros, nueces, papas, legumbres, e hígado, además se encuentra presente en las verduras de hoja verde oscuro, la ciruela y levadura.
Fósforo: Su déficit es poco habitual, si la futura mamá se alimenta buena manera. Sin embargo, se ha detectado su carencia en mujeres que padecen de vómitos de manera importante. Lo podemos encontrar principalmente en los productos cárneos y lácteos, además de las frutas y verduras, sin embargo las cantidades de fósforo que contienen son pequeñas.
Sodio: Su restricción en la dieta o la utilización de diuréticos en embarazadas con edema, no es aconsejable. Para esto, se aconseja la moderación en su consumo así como también en alimentos ricos en sodio tales como carnes frías y curadas como el jamón o pavo, mostaza, kétchup, pan frica, galletas, papas chips, cabritas, etc. Sin embargo es importante considerar que su restricción no se encuentra justificada. Su consumo diario debe mantenerse por encima de los 2 a 3 gramos al día (referencia: 1 gramo de sal equivale a una tapita de lápiz bic) de preferencia debemos consumir sal yodada.
Si tienes dudas, sugerencias o deseas que hablemos de algún tema en especial, no dudes en manifestar tus ideas ¡Siempre serán bienvenidas! Ustedes, futuras mamitas son las protagonistas de todo este proceso tan maravilloso que es llevar una vida dentro de su guatita y siempre será un privilegio escribir para ustedes.
Muchísimos cariños.
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Vitamina A: Su carencia es teratógena, es decir que puede provocar malformaciones en el bebé en gestación. Su déficit además, se asocia a un reducido tamaño de los riñones en el recién nacido, prematurez y mala función pulmonar. ¿Cómo lo evitamos? Integrando a nuestra dieta carne, huevos, leche, crema de leche, queso, hígado, aceite de hígado de bacalao, entre otros.
Vitamina B6: Esencial en el desarrollo del sistema nervioso y crecimiento del bebé. Lo encontramos en los frutos secos, legumbres, carnes y pescado.
Vitamina B12: Indispensable ya que su ausencia puede producir el desarrollo de espina bífida en el bebé en conjunto con el déficit de vitamina B6 por lo cual ayuda a prevenir alteraciones en el sistema cognitivo y motor. Se encuentra en alimentos de origen animal como carnes y productos lácteos. Mujeres vegetarianas deben recibir suplementos de esta vitamina, ya que suelen presentar carencias.
Vitamina C: Implicado en el crecimiento y reparación de tejidos del bebé, además de mejorar la absorción del hierro y potenciar el sistema inmune. Lo encontramos en frutas y verduras de preferencia frescas y crudas.
Vitamina D: Ayuda a aumentar la absorción de calcio, cuyo requerimiento es más elevado en este período. Nuestro propio cuerpo también es capaz de producir esta vitamina con la exposición al sol, así que te recomendamos salir al exterior y dar un paseo. Se encuentra en el “pescado azul” es decir en los pescados de aguas frías como el atún, jurel, salmón y lácteos que no estén completamente desnatados.
Vitamina K: Posee una importante función en la salud ósea y en la coagulación, por lo que su presencia durante el embarazo es fundamental. Se han observado carencias de esta vitamina en mujeres con hiperémesis gravídica, enfermedad de Crohn y derivación gástrica. La encontramos en las verduras de hoja verde oscuro.
Colina: Necesaria para lograr la integridad de las membranas celulares y la transmisión de los impulsos nerviosos del bebé. Lo encontramos en el hígado de ternera, yema de huevo, cerdo, pavo, pollo, pescado y germen de trigo. Las embarazadas que no consumen estos alimentos pueden requerir de suplementación.
Cobre: Muy importante, ya que está demostrado que a menudo, las dietas de las embarazadas son pobres en este mineral. Su carencia altera el desarrollo embrionario del bebé, y pueden existir mutaciones como la enfermedad de Menkes. Además, se pueden producir carencias de cobre por ingesta excesiva de hierro, zinc, consumo de determinados fármacos o incluso por cirugía bariátrica. Lo encontramos en los mariscos, ostras, los granos enteros, nueces, papas, legumbres, e hígado, además se encuentra presente en las verduras de hoja verde oscuro, la ciruela y levadura.
Fósforo: Su déficit es poco habitual, si la futura mamá se alimenta buena manera. Sin embargo, se ha detectado su carencia en mujeres que padecen de vómitos de manera importante. Lo podemos encontrar principalmente en los productos cárneos y lácteos, además de las frutas y verduras, sin embargo las cantidades de fósforo que contienen son pequeñas.
Sodio: Su restricción en la dieta o la utilización de diuréticos en embarazadas con edema, no es aconsejable. Para esto, se aconseja la moderación en su consumo así como también en alimentos ricos en sodio tales como carnes frías y curadas como el jamón o pavo, mostaza, kétchup, pan frica, galletas, papas chips, cabritas, etc. Sin embargo es importante considerar que su restricción no se encuentra justificada. Su consumo diario debe mantenerse por encima de los 2 a 3 gramos al día (referencia: 1 gramo de sal equivale a una tapita de lápiz bic) de preferencia debemos consumir sal yodada.
Si tienes dudas, sugerencias o deseas que hablemos de algún tema en especial, no dudes en manifestar tus ideas ¡Siempre serán bienvenidas! Ustedes, futuras mamitas son las protagonistas de todo este proceso tan maravilloso que es llevar una vida dentro de su guatita y siempre será un privilegio escribir para ustedes.
Muchísimos cariños.
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