Es muy probable que esto te esté pasando, y en el caso de que no, eres una persona afortunada. Esto es muy común, nadie estaba preparado para esto, pero tenemos que ir adaptándonos y lo podemos lograr con amor y paciencia.
Nuestros pequeños y pequeñas están con mucha presión en estos momentos, clases online, un encierro constante, poca interacción con sus amigos y amigas del colegio, si bien una videollamada puede ayudar, el contacto físico es muy importante, sobre todo a la edad por la cual están pasando. Los y las niñas quieren abrazar, correr, saltar, conversar, reírse. Todo es muy difícil en estos momentos.
Después de leer todo esto, es normal que tu pequeñ@ no quiera estar en línea el 100% de su tiempo, la atención se dispersa y la concentración en las cosas que realiza es mínima. Una pantalla, un o una profesora explicando algo y casi 0 interacción con la clase. ¿Quién a su corta edad va a querer estar en clases?
Seguramente sientes frustración al momento de intentar que tu hij@ esté atento a la clase y desarrolle las actividades que dan “l@s profes”, pero imagina la frustración y estrés que debe sentir tu bebé a un constante reto y un “lo estás haciendo mal”. Te hacemos un ejemplo fácil: Estás en el trabajo y tu jefe constantemente te dice que estás desarrollando mal algo que te dieron como objetivo, tu frustración puede ser tanta que las ganas de hacer las cosas son mínimas y cada vez que haces algo sientes inseguridad y piensas que estás haciendo todo mal. Eso es lo que siente cada niño/a y probablemente no lo mencione, ya que es un pequeñ@ y no tiene la capacidad de saber que es lo que siente y expresarlo.
Aquí te dejamos unos consejos que puedes seguir, pero todo depende del amor y la paciencia que uses al momento de hacerlo. Recuerda que todo funciona con el ejemplo que damos:
Hablar con tu pequeñ@ sirve: Pregúntale que sienten, busca la razón por la que se sienten o actúan así. No insistas demasiado, busca la oportunidad, hasta que ell@s sientan la confianza de contar.
Dale importancia a sus clases, todas son importantes. Intenta darle un sentido a cada una de ellas.
Busca intereses. ¿Le gusta dibujar, pintar, escribir? O es un niñ@ buen@ con los números o animales. Potencia lo que les gusta
Sé empático/a. Da el ejemplo, pon una situación que te pasó a ti, dale a entender que no solo le pasó a él/ella.
Haz un calendario. Lo mejor a esta edad es funcionar con cosas visuales. Un calendario/horario sirve, que ell@s sepan sus responsabilidades y las horas que tienen disponibles para realizar cosas.
No todo es clases y tareas. Deben jugar y tener tiempos de ocio. Juguetes, videos, historias.
Felicita sus logros. Todos y todas comenzamos de poco, hazle ver que cada avance está bien, y en caso de que se equivoque, muestra el error y dale una solución para que pueda resolverlo sin estrés. Recuerda que no tienen todas las respuestas.
Poco a poco, las cosas se irán dando. Todos los días son distintos, pero se puede lograr.