Masaje perineal: evita desgarros durante el parto

Babytuto

16 de enero de 2015

Al dar a luz, las mujeres están expuestas a sufrir desgarros en la zona del perineo, tejido entre la vagina y el ano. Esta zona tan delicada es donde ocurre un procedimiento médico habitual, conocido como episiotomía, y que consiste en la incisión que el médico hace para que pueda salir el recién nacido en la zona vaginal y que luego requiere sutura. La herida puede generar varias complicaciones futuras, pero que pueden ser evitables mediante la preparación de esta zona por medio de masajes. Las estadísticas médicas indican que, del total de mujeres que son intervenidas con este procedimiento, un 20% continúa teniendo dolor después de ocho semanas; que el 9% mantiene el dolor a los tres meses del parto y que el 60% siente dolor durante la relación sexual hasta tres meses después del parto, un 30% hasta seis meses y un 15% hasta tres años después del nacimiento. El desgarro es la complicación más común de los partos vaginales: entre un 55% y un 77% de las mujeres sufre algún tipo de desgarro que requiere sutura luego del parto. Hay desgarros de primer y segundo grado. Los primeros afectan solo la piel, mientras que los segundos pueden dañar las paredes internas de la vagina. Pero los problemas pueden ser mucho más profundos y proyectarse en el tiempo: estos desgarros pueden tener impactos muy negativos en la salud inmediata y futura de las mujeres, ya que el daño al perineo y a sus tejidos circundantes pueden causar infecciones, cicatrices, dolor e incluso incontinencia urinaria o fecal. La matrona Sandra Jorquera explica que hoy existen soluciones científicas que ayudan a reducir las probabilidades de realizar la episiotomía y evitar desgarros, entre los cuales el más importante es el masaje perineal, durante los últimos dos meses de embarazo con aceites o “Elastolabor”. Este último es avalado por numerosos estudios médicos en Europa, donde se comercializa desde hace varios años con mucho éxito. “El masaje perineal tiene beneficios tales como aumentar la elasticidad y reducir la resistencia durante la distensión; permite que la embarazada conozca mejor su cuerpo y se familiarice con las sensaciones que se viven durante el parto y además le proporciona una mejor recuperación muscular posterior”, afirma la matrona. ¿Cómo se realiza el masaje? De acuerdo con Jorquera, “es muy importante lavarse las manos y tener las uñas limpias y cortas. Una vez realizado este primer paso, se recomienda orinar y luego, buscar un lugar cómodo, idealmente en posición semisentada, en la cama o sillón, con las piernas flectadas y separadas. “Antes de comenzar el masaje es importante lubricar los dedos con ungüentos o cremas específicas para esto, tales como Elastolabor. La crema debe tener un componente llamado elastocell que es el que mejora la condición del perineo”, explica La especialista agrega que “lo primero es lubricar y masajear suavemente el área alrededor de la vagina aproximadamente por dos minutos. Luego, debes introducir los pulgares en la vagina unos 2-3 cm (hasta los nudillos inferiores) y hacer una ligera presión hacia el ano hasta sentir un ligero hormigueo. A continuación, realizar un movimiento de balanceo de ida y vuelta con los dedos (como el de las agujas del reloj) por unos dos o tres minutos o hasta que se sienta adormecida la zona. Finalmente, realizar una ligera presión hacia el ano y hacia fuera al mismo tiempo, durante unos dos o tres minutos o hasta sentir entumecimiento”. El temor al dolor y el daño provocado por una episiotomía, son los principales argumentos de las embarazadas al preferir la cesárea por sobre el parto normal, lo cual es sustentado por el desconocimiento de los métodos de preparación antes de dar a luz. La matrona Sandra Jorquera aportó información para desarrollar este artículo. Otros temas que te podrían interesar:  embarazo-masaje

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