El primero contacto con la etapa de lecto-escritura comienza aproximadamente a partir de los 3 años, esto no quiere decir que alrededor de los 5 años el niño el niñ@ ya sepa leer o escribir, pero para este momento si es capaz de crear trazos y estar familiarizado con el uso de lápices, ceras o lapiceros, incrementando así su destreza en el manejo de las manos.
¿Cómo acompañar al niño durante este proceso de aprendizaje?
La grafomotricidad es la mejor forma en la que se da inicio a la enseñanza de escribir, y esto no es más que los movimientos gráficos que realizamos con la mano al escribir o dibujar, consiste en aprender a realizar unos movimientos con la mano para plasmar un trazo en un papel y adquirir una coordinación ojo-mano en el proceso.
Existen diversas herramientas educativas que puedes emplear para ayudar al niñ@ durante esta etapa, a continuación te presentamos algunas de ellas.
- Crea un ambiente tranquilo apóyate en la música que le estimule para ello: pudiendo emplear música con ritmos rápidos para hacer trazos cortos y suave para aquellos largos y ondulantes.
- Para los más pequeños se recomienda que antes de iniciar el uso del lápiz, es bueno que el niño comience a dibujar con el dedo en el aire, harina o arena, pintura de dedos.
- Muéstrale al niño a tomar correctamente el lápiz, a sostenerlo entre los dedos y a ir deslizándolo sobre el papel.
- La mejor forma de obtener destreza manual, será necesario trabajar los trazos verticales, horizontales, oblicuos, circulares y en zig-zag, con la utilización de plantillas es la mejor manera de practicarlo, primero con puntos que el niño siga en su trazo y para finalmente complicarlo con dos puntos que el niño debe unir.
Es importante que tengas en cuenta que no es necesario ni saludable presionar al niño, como se mencionó anteriormente el proceso de escritura abarca 3 o 4 años y cada niño tiene su ritmo. Las actividades de aprendizaje no sólo deben estar enmarcadas en sólo la realización de ejercicios de escritura, otras actividades como el dibujo, la pintura, recortar y juegos de laberintos y unión de puntos le ayudarán a desarrollar la psicomotricidad fina.
Dentro de los programas escolares la inclusión del aprendizaje formal de escritura y lectura inicia a los 6 años, por lo que todas estas actividades y aprendizajes previos les facilitará el proceso de aprendizaje en ese momento, donde ya serán capaces de escribir palabras completas e incluso algunas frases, y en lo que menos esperes te encontrarás con un pequeño lector.