Los 5 exámenes que toda mujer mayor de 35 años se debe realizar
Babytuto
8 de mayo de 2018
Aunque para muchas resulte incómodo ir al ginecólogo, la verdad es que varias de las enfermedades severas que aquejan a las mujeres pueden ser detectadas precozmente o incluso prevenibles. Desde pequeñas alteraciones hasta cáncer de mamas, controlarse periódicamente puede salvar la vida de millones de pacientes, especialmente cuando se supera la barrera de los 35 años. Por ello, el ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic, explica en qué consisten los cinco exámenes que no pueden faltar en el chequeo anual de una mujer en esta etapa de su vida.
Cuando se trata de la salud femenina, la mejor forma de prevenir y tratar patologías con éxito es controlarse regularmente con un especialista. Especialmente en el caso de madres mayores de 35 años, donde los factores de riesgo aumentan progresivamente, los exámenes ginecológicos tienen la capacidad de identificar tumores, anomalías y malformaciones que ponen en riesgo la vida de la persona.
El ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic, revela las cinco evaluaciones que toda mujer mayor de 35 años se debe realiza al menos una vez al año:
- Papanicolaou: el PAP tiene como objetivo reconocer anomalías en el cuello uterino que puedan desencadenar un cáncer en la zona. “Este examen consiste en un procedimiento sencillo en el cual se hace un leve raspado de las paredes del cuello uterino o cérvix con un pequeño algodón, para luego ser analizadas microscópicamente y poder descartar cualquier alteración celular”, explica el especialista.
La recomendación para todas las mujeres es realizarse esta evaluación tres años después de haber iniciado su vida sexual, hasta los 65 años. “Debe ser un chequeo anual, pero luego de tres resultados normales, se puede hacer cada tres años. Después de la menopausia es aconsejable cada cinco”, especifica el ginecólogo. De ignorar este control, la paciente puede desarrollar cáncer cervicouterino, la segunda causa de muerte en las mujeres con esta enfermedad.
- Eco transvaginal: este procedimiento implica el uso interno de un transductor de ultrasonido, el cual permite visualizar los órganos reproductores como el útero, los ovarios y el cuello uterino. “Además de una ligera molestia, este examen no implica riesgos ni mayores dolores y el especialista puede apreciar los resultados inmediatamente en la imagen”, describe el Dr. Restovic.
A través de esta evaluación se pueden detectar cánceres en los diferentes órganos reproductivos, quistes, fibromas, infecciones y otras condiciones de riesgo durante el embarazo. “En el caso de pacientes que no han iniciado su vida sexual, se puede reemplazar este examen por una ecografía ginecológica abdominal”, agrega el profesional.
- Mamografía: la mamografía es un examen de la mama donde ésta debe ser fijada y comprimida en un equipo de rayos X, con el objetivo de obtener una visión de calidad del interior del órgano. “El procedimiento no dura más de 10 minutos pero es delicado, ya que el diagnóstico se basa en pequeños detalles que se distinguen en la imagen”, aclara el ginecólogo.
Esta evaluación busca revelar la existencia de cáncer de mama, una enfermedad donde las células presentan un desarrollo anormal dentro del tejido. También se pueden distinguir otras patologías como nódulos o quistes mamarios. Se recomienda asistir al primer control a los 35 años y continuar con una mamografía anual. Si la paciente tiene antecedentes familiares, se debe comenzar a los 30.
El día que se realiza el examen, se recomienda no utilizar desodorantes, polvos o cremas, ya que pueden interferir con el resultado. Además, “la compresión de la glándula puede generar una sensación molesta por unos segundos, por lo cual es mejor programar el procedimiento para después de la menstruación y evitar el consumo de cafeína”, afirma el especialista.
- Ecografía mamaria: esta técnica de imagen utiliza frecuencias altas de ultrasonido para visualizar las estructuras del tejido mamario. “En madres mayores de 35 años y con una predisposición genética a patologías mamarias, es esencial complementar la mamografía con este examen, que permite el estudio diferencial de nódulos o tumores”, explica el doctor.
- Orina, hemograma, glicemia y perfil lipídico: los exámenes de laboratorio son usados conjuntamente con la historia clínica y el examen físico para aportar información valiosa sobre el estado del paciente, específicamente sobre el funcionamiento de los órganos.
El ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic aportó información valiosa para desarrollar este artículo.
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Babytuto
8 de mayo de 2018
Aunque para muchas resulte incómodo ir al ginecólogo, la verdad es que varias de las enfermedades severas que aquejan a las mujeres pueden ser detectadas precozmente o incluso prevenibles. Desde pequeñas alteraciones hasta cáncer de mamas, controlarse periódicamente puede salvar la vida de millones de pacientes, especialmente cuando se supera la barrera de los 35 años. Por ello, el ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic, explica en qué consisten los cinco exámenes que no pueden faltar en el chequeo anual de una mujer en esta etapa de su vida.
Cuando se trata de la salud femenina, la mejor forma de prevenir y tratar patologías con éxito es controlarse regularmente con un especialista. Especialmente en el caso de madres mayores de 35 años, donde los factores de riesgo aumentan progresivamente, los exámenes ginecológicos tienen la capacidad de identificar tumores, anomalías y malformaciones que ponen en riesgo la vida de la persona.
El ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic, revela las cinco evaluaciones que toda mujer mayor de 35 años se debe realiza al menos una vez al año:
- Papanicolaou: el PAP tiene como objetivo reconocer anomalías en el cuello uterino que puedan desencadenar un cáncer en la zona. “Este examen consiste en un procedimiento sencillo en el cual se hace un leve raspado de las paredes del cuello uterino o cérvix con un pequeño algodón, para luego ser analizadas microscópicamente y poder descartar cualquier alteración celular”, explica el especialista.
La recomendación para todas las mujeres es realizarse esta evaluación tres años después de haber iniciado su vida sexual, hasta los 65 años. “Debe ser un chequeo anual, pero luego de tres resultados normales, se puede hacer cada tres años. Después de la menopausia es aconsejable cada cinco”, especifica el ginecólogo. De ignorar este control, la paciente puede desarrollar cáncer cervicouterino, la segunda causa de muerte en las mujeres con esta enfermedad.
- Eco transvaginal: este procedimiento implica el uso interno de un transductor de ultrasonido, el cual permite visualizar los órganos reproductores como el útero, los ovarios y el cuello uterino. “Además de una ligera molestia, este examen no implica riesgos ni mayores dolores y el especialista puede apreciar los resultados inmediatamente en la imagen”, describe el Dr. Restovic.
A través de esta evaluación se pueden detectar cánceres en los diferentes órganos reproductivos, quistes, fibromas, infecciones y otras condiciones de riesgo durante el embarazo. “En el caso de pacientes que no han iniciado su vida sexual, se puede reemplazar este examen por una ecografía ginecológica abdominal”, agrega el profesional.
- Mamografía: la mamografía es un examen de la mama donde ésta debe ser fijada y comprimida en un equipo de rayos X, con el objetivo de obtener una visión de calidad del interior del órgano. “El procedimiento no dura más de 10 minutos pero es delicado, ya que el diagnóstico se basa en pequeños detalles que se distinguen en la imagen”, aclara el ginecólogo.
Esta evaluación busca revelar la existencia de cáncer de mama, una enfermedad donde las células presentan un desarrollo anormal dentro del tejido. También se pueden distinguir otras patologías como nódulos o quistes mamarios. Se recomienda asistir al primer control a los 35 años y continuar con una mamografía anual. Si la paciente tiene antecedentes familiares, se debe comenzar a los 30.
El día que se realiza el examen, se recomienda no utilizar desodorantes, polvos o cremas, ya que pueden interferir con el resultado. Además, “la compresión de la glándula puede generar una sensación molesta por unos segundos, por lo cual es mejor programar el procedimiento para después de la menstruación y evitar el consumo de cafeína”, afirma el especialista.
- Ecografía mamaria: esta técnica de imagen utiliza frecuencias altas de ultrasonido para visualizar las estructuras del tejido mamario. “En madres mayores de 35 años y con una predisposición genética a patologías mamarias, es esencial complementar la mamografía con este examen, que permite el estudio diferencial de nódulos o tumores”, explica el doctor.
- Orina, hemograma, glicemia y perfil lipídico: los exámenes de laboratorio son usados conjuntamente con la historia clínica y el examen físico para aportar información valiosa sobre el estado del paciente, específicamente sobre el funcionamiento de los órganos.
El ginecólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Juan Restovic aportó información valiosa para desarrollar este artículo.
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