Lo que más deseamos las mujeres: tiempo

Babytuto

18 de julio de 2017

Estamos todos de acuerdo en que es fundamental darnos un espacio para nosotras mismas. Pero, ¿por qué nos cuesta tanto conseguirlo? Respuestas y consejos de especialista.

Lo  que más deseamos las mujeres: tiempo
 
  ¿Cuándo fue la última vez que te diste un tiempo para ti? Esta es una pregunta que nos cuesta hacernos o capaz que nunca lo cuestionamos por no tener ni el tiempo para pensarlo. En las mujeres es común pasar el día entero cumpliendo obligaciones de la casa, con los hijos, pareja o familiares, pero ni te imaginas lo importante que es tener espacios personales en el día a día. Y esto bien lo sabe la psicóloga Melanie Mûller, quien en su consulta recibe a mujeres que no se dan cuenta que necesitan darse real tiempo para ellas. "Ellas creen que estar con lo hijos, ayudar a la mamá o salir con el marido es “tiempo para ellas”, y hay un tema aquí mayor para mi que tiene que ver conla dificultad de estar solas, porque luego se encuentran en un punto de sus vidas en que han hecho tanto por el resto, ya sea por sus papás, amigas, marido, como por el trabajo en que se enfrascan, porque inclusive mujeres muy exitosas no saben estar solas", cuenta Melanie. Para la psicóloga otra situación común en las mujeres es el hecho de no poder estar quietas y que si llega el momento de recostarse en la cama, viene el cuestionamiento de que algo se está dejando de hacer. "Es como una falta de aprendizaje de la importancia que tiene estar con nosotras mismas, aprender a estar solas, disfrutar de la compañía tuya, de ti misma".

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Como recomendación Melanie aconseja rutinas tan simples como echarse crema en el cuerpo todos los días, en la mañana o noche, pero con la consciencia de lo que se está haciendo y no de manera automática."Nosotras solemos hacer todas nuestras cosas en dos minutos, para luego salir y no atrasarnos, pero eso no es un acto que haces para ti con cariño. Por eso es importante estar consciente y analizarte, pensar qué te falta hoy y poner la mente en blanco, porque las mujeres somos buenas para pensar, entonces cuesta mucho desconectarse, lo cual también influye muchas veces en cómo viven su sexualidad, por ejemplo, o sus relaciones de pareja, que terminan siendo muy funcionales.
El hombre llega a la casa, prende la tele y se queda ahí, no se preocupa de que tiene que volver a salir, pero la mujer no, tiene inserto un chip desde chiquitita que “hay que hacer cosas”, entonces ahí viene la distinción entre el ser y el hacer. Soy mamá, soy hija, pero nunca soy YO. Es simplemente darte un minuto de tranquilidad, de apagar tu cabeza, de respirar, de contemplar una vista bonita, de hacer algo por ti y que lo disfrutes. No tienes que sentirte irresponsable por darte un tiempo mientras tienes otras cosas que hacer, porque es algo que necesitas".
¿Hay señales que indiquen que nos haces falta tiempo para nosotras? "Por supuesto, por ejemplo el tema de pensar. Si te cuesta dormir o antes de dormirte estás pensando en todo lo que hiciste o lo que te quedó pendiente y además lo escribes para que no se te olvide,  ahí claramente hay un tema de que te cuesta desconectarte y probablemente estás todo el día así. También se siente en el cuerpo. Nosotras solemos decir que tenemos cuerpo, pero en realidad somos cuerpo. En este sentido, el cuerpo es una herramienta fundamental; el cuerpo no miente, el cuerpo tiene memoria, el cuerpo te comunica, entonces cuando tu empiezas en esto de “hacer”, empiezas a conectarte mucho con la cabeza y le das mucha vuelta a pensar, pensar, pensar. Cuando te conectas con tu cuerpo y le das la proporción de atención que necesita, empiezas a descubrir muchas cosas de ti misma, esas pequeñas señales que te da tu cuerpo; algún dolor físico, por ejemplo o aguantarte para ir al baño. Eso es maltratarte, es no darte un espacio básico que tienes que tener con tu cuerpo, entonces el cuerpo habla. Puedes tener una molestia, tipo “ah, me duele el cuello”, pero no haces nada o decides ir al doctor para que te den un remedio y lo soluciones rápido, pero de repente no tiene que ver con eso; tiene que ver con que el cuerpo te está hablando, te dice “necesito parar, necesito descansar”.
A mis pacientes les hago un ejercicio de respiración, súper simple, de cerrar los ojos y respirar. Pero ellas a veces responden “no puedo, me angustio”. Esa es la incapacidad de estar contigo misma, tienes la mente demasiado separada de tu cuerpo. A la mente le encanta tener el control, entonces cuando le damos tanta energía y empezamos a identificarnos como que “somos la mente”, empezamos a separarnos de la esencia, terminas agotada y piensas “no sé por qué estoy tan cansada si hago lo mismo que antes”. Y es porque tienes la cabeza tan a mil todo el tiempo, que probablemente no estás durmiendo bien y ni te das cuenta.

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Otra clave para descubrirlo es preguntarte ¿qué hice hoy, o la última semana? Y te das cuenta que todo ha sido en función de otros. En el fondo, tener tantos días iguales no te deja romper la rutina, ni tener tiempo para ti, ¿Cuándo vas a salir a hacer algo? Es importante tener tiempos de relajo que te permitan desconectarte de las redes sociales, de la radio, incluso de leer.  Lo ideal es un baño de tina, ver un paisaje bonito, preguntarte cómo estás y estar consciente solo de una misma, por lo menos por 10 minutos". ¿Es verdad que para las mujeres es más fácil depender de otro que hacerse cargo de una misma? "Muchas veces es un mecanismo que se tiene para no conectar precisamente. Entonces empiezas a hacerte cargo de otros y esto tiene que ver con algo cultural también, desde chica la niña es la que ayuda a la mamá. Estás constantemente recibiendo esta enseñanza, como cuando te haces cargo de la muñeca. Tengo otros casos también de mujeres que dicen estar cansadas de hacerse cargo de otros pero que la necesitan. Otro tema de las mujeres, que es súper difícil es el de poner limites, pero si uno no lo instaura como parte necesaria, de "yo como pareja necesito un espacio” o “yo como mamá necesito un espacio”, después empieza a ser raro y los demás te lo cuestionan.

Es como recargar tu batería, si no lo tienes, te agotas, te cansas y te angustias. Cuesta mucho más retomar el estado normal o más centrado cuando estás agotado, cuando tu vida se convirtió en una lista de tareas. Tu construyes tu identidad respecto de lo que haces o respecto de los distintos roles que cumples con otro y no respecto de quién eres, entonces uno necesita mucho autoconocimiento. La mente te incita a hacer tareas, pero es necesario conectarse también con el cuerpo, con el ser, aunque al principio angustie. Esto es un estado en el que no tienes que invertir las 24 horas del día, no tienes que ser zen, ni mucho menos, sino que cuando empiezas a “abonar en tu banco” estos espacios para ti, estás siempre enérgica, centrada y más tranquila, más en calma con lo que estás haciendo y puedes tener la capacidad de priorizar mejor, ya que las mujeres tendemos a pensar que todo es urgente. Vivimos llenas de cargas de no poder soltar y eso también se relaciona con problemas de salud, como las mujeres estíticas". ¿Qué es lo más práctico para darse un tiempo? "Darse 5 minutos en la noche para estirarse, poner una música relajada, darse un baño de tina, echarse crema, disfrutar el almuerzo, pasar tiempo sola. La mujer por lo general, cuando se siente relajada las cosas le salen fáciles piensa que es porque algo anda mal. Está acostumbrada a la cultura del esfuerzo, de que las cosas son difíciles. Uno puede ser aguerrida y esforzada, pero es importante darse un espacio y ojala hacerlo rutinario". ¿Y para las mamás? "También se puede, considerando la rutina de los niños, siempre hay espacio para darse el tiempo para una. Incluso el tiempo en que te toca caminar al trabajo o cuando vas en el metro, te sirve para darte un espacio. Al principio cuesta, pero hay que hacerlo. Utilizar el cuerpo y escucharlo, eso es algo que ya te va a cambiar el día. Aprovecha el almuerzo, aprovecha las caminatas, aprovecha todos los espacios que tienes en el día.

Pasa mucho que los niños crecen y la mamá comienza a preguntarse sobre su vida y se angustia. En algún punto de tu vida no va a haber alguien a quien ayudar o hacerse cargo,  eso te va a angustiar y vas a pensar “chuta, se me ha pasado el tiempo y no sé lo que quiero” y te replanteas la vida. Las mujeres somos como una radio, cuando estamos bien sintonizadas, bien centradas y más pendientes de nosotras mismas, obviamente nos sentimos mejor. Hay que preocuparse de estar bien sintonizada siempre. La mujer por lo general solo usa su cabeza y trata de negar sus sentimientos y evita verse vulnerable, sobretodo en lo laboral. Por eso el deporte, el baile y mover el cuerpo hace muy bien para botar el estrés".   Otros temas que te pueden interesar:   ocean-1888167_960_720

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