- Colchón bien ajustado a la cama, donde no hayan espacios en los que el bebé se pueda quedar atrapado. Debe ser firme, no muy blando.
- Ojalá que la ropa no esté suelta, lo más ajustada al cuerpo del bebé que se pueda.
- Que tenga su cabeza descubierta para evitar accidentes.