La impaciente: Enchularse

Babytuto

24 de septiembre de 2014

Estoy optimista. No tengo por qué estarlo, pero por lo menos esta semana lo hemos tomado con más calma y ha sido mejor. Siento que hemos conversado todo lo que teníamos que conversar y eso me deja tranquila. Le creo todo, no sé por qué estaba tan nerviosa. Son como cataclismos de inseguridad. He estado investigando. No es tan poco común no quedar altiro embarazada. Llevamos recién un mes.  En algunos blogs hablan que hay como un efecto de desintoxicación por haber tomado anticonceptivos tanto tiempo. Nunca pensé en eso y llevo como 10 años tomándolos. Si hubiese sabido que se demoraba tanto, quizás los hubiese dejado hace un año. Pfff! Conozco a puras parejas casadas a las que no les ha costado nada quedar esperando. Sería una lata ser la excepción (qué competitiva, ¿cierto? Pero es que la gente igual te compara. Y no falta la amiga hiperfértil que con suerte miró al marido/pololo/amante y quedó embarazada). Leí que uno se puede demorar hasta 18 meses, si el asunto se alarga, habría que tomar cartas en el asunto e ir al doctor. O sea, año y medio. Año y medio tratando. ¿No será mucho? Qué desgastante. Estoy empezando a tomar ácido fólico y ahora, porque tengo que estar más sana, el Pelao se levanta a prepararme el desayuno, el que -atención, envídienme- incluye jugo de naranja recién exprimido. Si eso no es amor, no sé qué es. El resto del día me alimento pésimo. Sí, sé que está mal, pero es que me da una lata atroz cocinar y, a menos que salga a almorzar con alguien, me salto las comidas. Y no, no es que sea anoréxica, pero no me da hambre en el día...y sí, como más en la noche. Todo lo contrario a lo que recomiendan, sí sé, gracias por recordármelo de nuevo. Leí que debería dejar de tomar (léase “dejar de beber alcohol”). No quiero parecer alcohólica, pero ¿en serio es tan necesario? Imagínense lo frustrante de dejarlo y más encima no quedar embarazada. Sería una jugarreta cruel del destino. (Sé que suena alcohólico, pero es que ya no fumo y ¡la vida sin ni un vicio es tan fome!). Sé que esto me acaba de restar como 5000 puntos en la ecuación de qué-tan-buena-madre-puedo-ser. Igual, por el poroto, estoy dispuesta, ah. No me hablen del ejercicio. Si es por “deber”, debiese estar ahora en el gimnasio. El gym al que voy es bonito y limpio, pero está lleno de veinteañeras estupendas que usan unos petos inmorales y cada vez que voy (dos veces al año) me siento con la gracia de una ameba y me deprimo. Todo esto cambiará, lo juro. Hoy me fui a comprar zapatillas nuevas, estilosas. Yo no uso zapatillas, porque me encantan los tacos -ojalá de más de 7 cm-, pero me compré unas tan lindas que casi-casi me dan ganas de usarlas. Hay que partir por algo. Así que este fin de semana iré a comprar todo el set -las patas y el sostén deportivo y la polerita ajustada y los calcetines cortitos, etc.- y por la cantidad de plata que voy a invertir, me voy a sentir tan culpable que me veré obligada a hacer deporte. Buen plan, ¿cierto? La Impaciente blog

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