Las noches tibias nos abandonan y las sábanas comienzan a estar heladas… el invierno es un buen momento para la cama, para los masajes con esencias tibias, para aproximar los cuerpos…Todo esto siempre y cuando no se le ocurra forrar sus receptores sensoriales con ropa, más ropa, y encima un calienta cama eléctrico. Si usted es uno de aquellos, tenga por seguro que no va a sentir nada y solo le darán ganas de dormir, cual oso en plena hibernación.
Resulta común escuchar a las mujeres quejarse de frío y justificar las pocas ganas de tener sexo aludiendo a la baja temperatura propia de los meses de invierno. Del mismo modo, resultan frecuentes los comentarios masculinos del tipo “llega el invierno y de un día para otro me tengo que acostumbrar a dormir con el oso polar". Difícil sentirse bien al ser comparada con tamaño animal.
Algo hay de cierto en todo esto. Las mujeres en su mayoría, pero también algunos hombres, tienen la pésima costumbre de acostarse absolutamente “resguardados”, según ellos, del frío. Desde mi punto de vista tanto resguardo parece ser más bien para evitar cualquier tipo de contacto corporal con el compañero/a de cama (a estas alturas llamarle "amante" le quedaría grande).
En simple: no confundamos las cosas. Dormir es distinto que recostarse en la cama con la pareja. Para dormir arrópese cuanto quiera, pero si la idea es “tentar” la posibilidad de un encuentro sexual, entonces recuerde que nuestro cuerpo desnudo y bien dispuesto es la mejor herramienta para provocarnos deseo.
El cuerpo es una gran sábana sensorial, lista para ser estimulada con los cinco sentidos y algo más. Por ejemplo, un cuerpo frío, con piel de gallina, es un terreno propicio para ser acariciado con un buen aceite tibio. Dos cuerpos helados bajo una ducha caliente puede ser una experiencia que provoque algo más que reacciones gratas. Una sábana helada rozando una parte de nuestro cuerpo, mientras sobre la otra se posa un cuerpo acalorado puede ser estimulante.
Por eso, y dado que ya se aproxima el invierno, le propongo no matar la sensualidad con tanto ropaje. Goce del abrigo natural más que de tanto abrigo artificial. En esa misma dirección, si alguno de ustedes desea conservar su vida sexual activa aun bajo 0°, le recomiendo jugar eróticamente con las posibilidades que entrega el invierno:
- Si el cuerpo de su amante esta frío no lo frote bruscamente para calentarlo. Pose sus manos suavemente, por al menos 15 segundos, en el cuello, el pecho, las nalgas, la cara interior de los muslos, la parte alta de la espalda.. suavemente, sin apuro, verá como el cuerpo de su amante se entibia.
- Antes de recostarse en la cama, invite a su pareja a tomar un baño caliente. Luego cúbranse solo con una toalla tibia o con una manta suave y mullida, recuéstense envueltos sobre la cama y ¡que empiece la acción!
- Recuerde que su boca tiene una temperatura óptima. Sus besos, su boca rozando suavemente el cuerpo de su amante, su lengua recorriendo su piel, puede entregar sensaciones de tibieza y humedad inolvidables.
Sexo y mujer
Renata Ortega - Terapeuta sexual y de pareja
Centro Meridiano - Medicina china para la salud de la mujer
www.centromeridiano.cl