Durante los primeros 6 meses de vida, siguiendo las recomendaciones de la OMS, el bebé se debería alimentar exclusivamente de leche materna. Luego comienza la aventura de empezar a integrar alimentos sólidos a la dieta del niñ@.
Entre las primeras consideraciones que debemos tener en cuenta cuáles son las condiciones que debe cumplir nuestro bebé para poder iniciar con la alimentación complementaria: Debe presentar un interés activo por la comida; Debe poder mantener una postura de sedestación con o sin apoyo; Desaparición del reflejo de extrusión; Capacidad de llevarse el alimento a la boca con sus propias manos (sobre todo si se considera el método BLW para la alimentación del bebé).
Para más detalles, no dejes de leer nuestro artículo
Bebé a comer, Todo lo que necesitas saber sobre alimentación complementaria.
En uno de nuestros vivos de Instagram, dentro del ciclo “Una conversación necesaria” conversamos con Carolina Lozán sobre nutrición infantil, y una de las cuestiones que ella destacó fue la necesidad de conocer no sólo las condiciones que debe cumplir el niño antes de empezar a alimentarse, sino también los elementos con los que debemos contar. Hoy por hoy el mercado ofrece miles de opciones y es importante conocer cuáles son aquellas que debemos considerar para acompañar y facilitar esta transición en la vida de los más pequeños:
Este es, quizás, uno de los puntos más importantes a tener en cuenta cuando se comienza a introducir al niñ@en la alimentación complementaria, ya sea que se elija el método de papillas o BLW. Como dijimos anteriormente, el niñ@ debe ser capaz de mantenerse erguido para poder alimentarse, y es necesario que se encuentre en un ambiente cómodo y seguro para poder experimentar: Una silla de comer.
Puedes encontrar miles de opciones: diseños, materiales, con bandeja, sin bandeja, con arnés de seguridad, con asiento removible y más. Lo importante es que consideres no sólo lo económico, sino también la utilidad que deseas darle, el espacio disponible y su practicidad.
Nadie puede escaparle a los enchastres que vienen acompañados de los niñ@s comiendo solitos! Pero con un babero de alimentación, por lo menos podrás evitar o limitar las consecuencias de sus experimentos. Encuentra el modelo que mejor se adapte a las necesidades de tu familia entre nuestras miles de opciones.
El primer utensilio de cocina que deben usar los más pequeños son las cucharas, es importante que en un comienzo tengan una base gruesa para que sea más fácil su agarre y que sea flexible y de plástico para no lastimarlos. A medida que puedan dominar sus manos, se irán cambiando los cubiertos a utilizar, hasta llegar al tenedor y cuchillo.
Según su edad, y su desarrollo, necesitarás un modelo de vaso distinto. En un principio recomendamos aquellos con asas, para que les sea más fácil agarrarlo, y con boquilla más similar a la mamadera, para facilitar su transición. A medida que van creciendo, se puede reemplazar la boquilla por bombilla y llegar al paso final que es el vaso sin tapa (siempre recurrir a materiales plásticos que no se rompan ni puedan lastimarlos en casos de accidentes)
Lo más probable es que en un comienzo, este sea más un juguete que un complemento de la alimentación, pero a medida que vaya dejando de comer sólo con sus manos, empezará a reconocer la utilidad del plato. Este es otro ejemplo de utensilio que deberá ir adaptándose a las necesidades y capacidades del niñ@.
Una opción más económica y transportable a las sillas de comer estáticas son las portátiles. Son muy útiles cuando se come fuera del hogar, ya que el niñ@ igual puede estar cómodo y seguro.