Seguramente si eres mamá primeriza te hagas esta pregunta, la inseguridad y el miedo pueden ser muy grandes cuando una enfermedad nos “golpea”, pero tranquilas, y como decía El Chavo “que no panda el cúnico”. Como siempre, te lo explicamos de manera rápida y sencilla.
Cuando nos toma por sorpresa una enfermedad común, es muy probable que nuestro sentido de protección aparezca y nos diga “mi bebé se va a enfermar, debo alejarme un poco”, pero es todo lo contrario. La leche materna es una de las principales defensas de nuestros bebés, ya que a través de ella podemos proporcionar anticuerpos generados a raíz de la enfermedad de momento, y no solo eso, también recibirán una dosis de glóbulos blancos, citoblastos, enzimas protectoras, entre otros; para combatir las infecciones.
La lactancia proporciona todo lo que tu bebé necesita cuando está enfermo, es la medicina principal, obviamente, en el caso de que sea algo más grave que “las enfermedades comunes” que todos conocemos, es necesario ir a visitar a un pediatra para recibir un diagnóstico correcto.
Ahora, debes tomar en cuenta que cuando estamos enfermas lo más probable es que estemos más cansadas y nos fatigamos más rápido al momento de dar leche.
Si estás tomando remedios no te preocupes, el/la bebé recibirá una pequeña dosis, pero no un total, por lo que no se verá afectada/o.
De todas formas, siempre consulta con un médico en el caso de que no te sientas segura, la palabra de un profesional siempre es una buena alternativa.