El himen tampoco importa
Babytuto
24 de septiembre de 2014
Parece ser que mucha gente tiene la impresión de que el himen se localiza dentro de la vagina. Error: el himen no se encuentra al interior de nada, sino que es parte de la vulva, de los órganos genitales externos. El himen es una capa delgada de tejido que oculta parcialmente el orificio vaginal de algunas chicas y mujeres. O sea, se localiza fuera de la vagina.
Durante las primeras fases del desarrollo fetal no hay apertura de la vagina. Esta delgada capa de tejido por lo general se abre parcialmente antes del nacimiento. El tamaño y forma de esta apertura varía mucho de una mujer a otra. Hay mujeres que al nacer no tienen himen, porque el tejido se divide por completo mientras están aún en el útero. A veces esta apertura no ocurre, resultando en un himen no perforado.
Los tejidos de la vulva antes de la pubertad son generalmente muy delgados y delicados. Cualquier actividad que someta a tensión a los tejidos puede estirar el himen. Como resultado, muchas niñas y adolescentes rompen o dilatan su himen al realizar actividades deportivas o al montar a caballo, realizar gimnasia artística, insertar y remover tampones, y también mientras se masturban. Esto puede pasar totalmente inadvertido, pues no necesariamente se produce sangramiento o dolor.
Por todo lo anterior, la presencia o ausencia del himen de ninguna manera indica el estado “virginal” de una muchacha. Solamente alrededor de un 50% de adolescentes y mujeres experimentan sangrado la primera vez que tienen relaciones, por lo tanto las sábanas manchadas de sangre no son un indicador fiable de virginidad previa. Es más, el himen de algunas mujeres se rasga en más de una ocasión. En algunas nunca llega a desaparecer por completo. Hay incluso algunos hímenes que son suficientemente elásticos para permitir a un pene entrar sin rasgarse, o hacerlo sólo parcialmente. En algunos casos puede ocasionar problemas en la vida sexual adulta, dado que el tejido remanente puede ocasionar dolor durante el coito.
Si la pareja de la mujer tiene un pene más grande que sus parejas anteriores, o una pareja prueba una nueva técnica o posición durante el coito, su himen puede volver a rasgarse, o hacerlo por primera vez.
Hoy en día sabemos, por las investigaciones realizadas en poblaciones de hombres jóvenes, que el himen poco les importa a las nuevas generaciones masculinas y que estos hombres saben valorar la entrega sexual más allá de una mancha de sangre.
Destruyamos otro mito, entonces: la ausencia de actividad sexual en una mujer no tiene un indicador categórico, como la presencia o ausencia de himen.
En la actualidad muchas chicas llegan a iniciarse sexualmente con sus hímenes dilatados o bien ya rasgados. Un himen ya dilatado provocará menos molestia en la primera actividad sexual, lo cual beneficiará la experiencia sexual al posibilitar mayor goce y agrado al momento de la penetración, ya que se aminora o desaparece la tensión y ansiedad frente a la posibilidad de hacer daño a quién se desea, más bien, entregar placer.
Sexo y mujer
Renata Ortega - Terapeuta sexual y de pareja
Centro Meridiano - Medicina china para la salud de la mujer
www.centromeridiano.cl
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El himen tampoco importa
Babytuto
24 de septiembre de 2014
Parece ser que mucha gente tiene la impresión de que el himen se localiza dentro de la vagina. Error: el himen no se encuentra al interior de nada, sino que es parte de la vulva, de los órganos genitales externos. El himen es una capa delgada de tejido que oculta parcialmente el orificio vaginal de algunas chicas y mujeres. O sea, se localiza fuera de la vagina.
Durante las primeras fases del desarrollo fetal no hay apertura de la vagina. Esta delgada capa de tejido por lo general se abre parcialmente antes del nacimiento. El tamaño y forma de esta apertura varía mucho de una mujer a otra. Hay mujeres que al nacer no tienen himen, porque el tejido se divide por completo mientras están aún en el útero. A veces esta apertura no ocurre, resultando en un himen no perforado.
Los tejidos de la vulva antes de la pubertad son generalmente muy delgados y delicados. Cualquier actividad que someta a tensión a los tejidos puede estirar el himen. Como resultado, muchas niñas y adolescentes rompen o dilatan su himen al realizar actividades deportivas o al montar a caballo, realizar gimnasia artística, insertar y remover tampones, y también mientras se masturban. Esto puede pasar totalmente inadvertido, pues no necesariamente se produce sangramiento o dolor.
Por todo lo anterior, la presencia o ausencia del himen de ninguna manera indica el estado “virginal” de una muchacha. Solamente alrededor de un 50% de adolescentes y mujeres experimentan sangrado la primera vez que tienen relaciones, por lo tanto las sábanas manchadas de sangre no son un indicador fiable de virginidad previa. Es más, el himen de algunas mujeres se rasga en más de una ocasión. En algunas nunca llega a desaparecer por completo. Hay incluso algunos hímenes que son suficientemente elásticos para permitir a un pene entrar sin rasgarse, o hacerlo sólo parcialmente. En algunos casos puede ocasionar problemas en la vida sexual adulta, dado que el tejido remanente puede ocasionar dolor durante el coito.
Si la pareja de la mujer tiene un pene más grande que sus parejas anteriores, o una pareja prueba una nueva técnica o posición durante el coito, su himen puede volver a rasgarse, o hacerlo por primera vez.
Hoy en día sabemos, por las investigaciones realizadas en poblaciones de hombres jóvenes, que el himen poco les importa a las nuevas generaciones masculinas y que estos hombres saben valorar la entrega sexual más allá de una mancha de sangre.
Destruyamos otro mito, entonces: la ausencia de actividad sexual en una mujer no tiene un indicador categórico, como la presencia o ausencia de himen.
En la actualidad muchas chicas llegan a iniciarse sexualmente con sus hímenes dilatados o bien ya rasgados. Un himen ya dilatado provocará menos molestia en la primera actividad sexual, lo cual beneficiará la experiencia sexual al posibilitar mayor goce y agrado al momento de la penetración, ya que se aminora o desaparece la tensión y ansiedad frente a la posibilidad de hacer daño a quién se desea, más bien, entregar placer.
Sexo y mujer
Renata Ortega - Terapeuta sexual y de pareja
Centro Meridiano - Medicina china para la salud de la mujer
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