¡Mi bebé usa el pecho de chupete! es una de las quejas más frecuentes de las madres cuando acuden a las primeras citas con su pediatra. Al continuar con la conversación, siguen acusando al bebé de lo travieso que se porta cuando lo separan del pecho.
-¡Muchas veces hasta se despierta y forma unos escándalos que ni le cuento!- exclaman las madres preocupadas por el miedo de estar mal acostumbrando a su bebé.
Pero al final de cuentas siempre es el bebé quien gana la batalla y la madre lo deja hacer lo que quiere, por la sencilla razón de que esta pequeño y no sabe lo que hace. Además, las madres exclaman que el bebé lo hace tan tierno, que no se quieren separar de él, ésta es la conclusión a la que llegan muchas madres en la consulta, luego de haberlos acusado.
No se trata de que lo mal acostumbres, se trata de comprender las necesidades de tu bebé para que lo ayudes en el proceso, sin crear malos hábitos.
Conoce la opinión de esta experta sobre tu queja: "el pecho de chupete"
Según Bettina Herbeau, diplomada en lactancia materna con al menos 30 años de experiencia en España. Afirma que existen dos razones por las que sucede esto:
1. Mala postura a la hora de amamantar
El bebé debe estar en una correcta posición a la hora de alimentarse, de lo contrario la alimentación y el cansancio se unen para crear un mal hábito de usar el pecho de chupete.
Una mala posición al amamantar puede provocar que la succión no sea potente haciendo que el niño invierta una cantidad de energía para poder saciarse. En este caso, es el desgaste físico el que lo lleva dormirse sin haber comido lo suficiente.
Los especialistas en el área coinciden en que existen al menos 11 posiciones correctas a la hora de amamantar y no precisamente todas ofrecen los mejores resultados para cada caso. Es una cuestión de que pruebes cada una y analices la que mejor se adapte a ti y a tu bebé.
La posición clásica de tener al bebé en los brazos, pegado al cuerpo de la madre con la cabeza ligeramente hacia atrás es la más efectiva. Además, el tiempo estimado para que el infante sacie el hambre es de 10 a 15 minutos en cada pecho de acuerdo a la abundancia de la leche. A partir de este momento el bebé está listo para dormir.
Si crees que esto es lo que pudiera estar sucediendo en tu caso, consulta a tu pediatra, él mejor que nadie sabrá qué pasos seguir.
2. El bebé busca tranquilidad
Al comenzar a amamantar, el bebé succiona un par de minutos y posteriormente se duerme. Al despegarlo de la teta se despierta, incluso en ocasiones parece haber quedado profundamente dormido, pero una vez colocado en la cuna, la madre aun no ha dado la vuelta cuando ya está despierto y además llorando.
¿Te identificas con esta historia?
La acción de succionar, más allá del esfuerzo que significa para el bebé, es un momento de placer que le genera tanta calma y relajación que tienden a quedarse dormidos por instinto.
Es cierto que, un niño que no quiere despegarse del pecho de la madre ni por un instante, limita las obligaciones de la madre retrasándola en tareas habituales y ocasionando irritabilidad. Pero hay formas de controlarlo sin dejar de cargarlo siga siendo placentero para el bebé.
Una vez que estás segura de que está bien alimentado, utiliza otras estrategias para su relajación como, por ejemplo: pasearlo o cargarlo pegadito al pecho, pero sin amamantarlo o probando un chupete.
Mientras lo amamantas no dejes que se duerma para asegurarte de que está bien alimentado. Fastídialo un poco para evitar que se quede dormido. Los bebés no deberían dormirse mientas comen, porque más adelante tienden a condicionar la acción de comer con la de dormir usando el pecho de chupete. Y bueno, ya sabes las consecuencias que esto trae.
¿Existe una relación que vincule el momento de la lactancia con dormir?
La respuesta corta es sí.
Mamar es una actividad que requiere de esfuerzo físico por parte del infante, especialmente si la madre es primeriza y al bebé le toca el trabajo de estimular los conductos.
Otra de las vinculaciones se relaciona con el aporte del aminoácido L-Triptófano que genera la leche materna, responsable de conciliar el sueño de los infantes.
En conclusión, existen varias razones que se pueden considerar de peso a la hora de que el infante se duerma usando el pecho de chupete, sin embargo, este hecho puede controlarse. Pero recuerda que cada bebé es único, de manera que las pautas pueden que sirvan para unos y otros no.
Por lo pronto guíate por tu instinto y si tienes algo adicional que consultar, que sea con su pediatra.