El verano es la época de mayor disfrute al aire libre y de más tiempo de ocio, pero también es una temporada en la que la incidencia de algunas enfermedades aumenta. Esto es debido a diversos factores: el aumento de las temperaturas, las actividades en espacios abiertos o los cambios en la alimentación habitual, especialmente en niños.
La Pediatra de Grupo Cetep, Lorena Sarmiento menciona algunas de las enfermedades más habituales para los niños en el verano y sus respectivos cuidados.
1. Quemaduras solares: Los niños termorregulan mal, por lo tanto, se insolan, se queman. La Pediatra de Centro Médico Cetep señala que “es importante usar el factor protector adecuado y renovar su aplicación cada 6 horas, además de evitar la exposición al sol entre las 11 y 2 de la tarde”. La profesional de Centro Médico Cetep enfatiza en que, “es relevante mantener adecuada hidratación, ya que el cuerpo elimina el calor a través de la piel y la orina”.
Es necesario señalar que hay que balancear bien la exposición solar, usar un buen protector solar (factor 25-30 para niños) y secarlos bien, sobre todo los oídos y la zona genital.
2. Asfixia por inmersión: Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 372.000 personas mueren anualmente por ahogamiento. Más de la mitad tienen menos de 25 años y, 1 de cada 5, son menores de 5 años.
Se han realizado estudios para saber cuáles son los elementos de mal pronóstico una vez ocurrido al accidente. Los dos más importantes son:
*El tiempo de sumersión (mayor a 6 minutos)
*Retardo en el inicio de maniobras de reanimación cardiopulmonar
3. Otitis: Es secundaria a la humedad por muchas horas pasadas en la piscina o el mar y un secado insuficiente. Los niños que pasan mucho tiempo en el agua o que tienen una sudoración excesiva y este exceso de humedad puede generar la proliferación de gérmenes que afecten al oído.
4. Intoxicaciones alimentarias: Debido al calor, también se incrementan los riesgos de intoxicaciones alimentarias, por lo general, por el inadecuado mantenimiento de la refrigeración de la comida, como puede ser el caso de huevos, salsas como la mayonesa o carnes y pescados. En este sentido, es fundamental extremar la precaución y controlar qué comida se llevan los niños a la boca ya que un alimento en mal estado puede provocar desde diarreas y vómitos hasta fiebre, malestar general y cuadros más graves.
5. Picaduras de insectos: Durante el verano, también se incrementa la población de muchos insectos como mosquitos, avispas, abejas o arañas. Esta situación, unido al mayor tiempo que se pasa al aire libre y al uso de ropa más ligera, aumentan las posibilidades de sufrir picaduras o mordeduras.
La Doctora Lorena Sarmiento destaca que “El uso de repelentes es recomendable en niños de más de dos meses de edad, aunque siempre es recomendable consultar con su médico/a. También la aplicación debe ser en las propias manos de los padres y después frotarlas en los hijos/as. Finalmente, hay que evitar la aplicación en los ojos y boca del niño y usarlo cuidadosamente alrededor de sus oídos”.
6. Golpes de calor y deshidratación: debido al aumento de las temperaturas y la intensidad de los rayos del sol, algunos menores sufran golpes de calor y deshidratación, dos eventos que pueden llegar a ser muy graves. Entre los síntomas más comunes de este tipo de patologías se pueden encontrar una reducción de la frecuencia al orinar, somnolencia o mareos, irritabilidad, piel y boca secas, entre muchos otros. Para evitarlos, lo más adecuado es reducir la exposición directa del sol, especialmente en las horas centrales del día, beber abundante agua de forma muy frecuente y mantener una alimentación sana, equilibrada y ligera.
7. Hongos e infecciones urinarias: los entornos cálidos y húmedos, como playas, piscinas o vestuarios, se convierten en un caldo de cultivo idóneo para su proliferación. Estos gérmenes pueden provocar, desde lesiones leves, como el conocido pie de atleta, hasta otras enfermedades más importantes.
Además, otra de las infecciones más frecuentes en verano es la infección urinaria, especial en niñas, ya que al pasar mucho tiempo con el bañador húmedo tienen más posibilidades de sufrirla.
8. Problemas respiratorios: Por diversos motivos como pueden ser los cambios bruscos de temperatura por el aire acondicionado, el exceso de contaminación de muchos lugares durante los meses de calor más intenso, las variaciones en el ozono troposférico, e incluso la toma de helados y otras bebidas o alimentos muy fríos. Estas situaciones pueden provocar infecciones respiratorias como faringitis y bronquitis, así como reagudizaciones de asma.
En Centro Médico Cetep contamos con nuevas especialidades, dentro de ellas está Pediatría, la cual proporciona una atención integral sobre las diferentes condiciones y enfermedades que pueden afectar la salud, el Bienestar, comportamiento y aprendizaje de los niños y niñas. Para más información sugerimos ingresar a nuestro sitio web.