Cuando una mujer se convierte en madre
Babytuto
29 de septiembre de 2014
Tres convicciones me mueven a participar de este espacio de encuentro.
La primera es que todas las mujeres tenemos la sabiduría para parir, alimentar y criar a nuestros hijos cada una desde su historia y su presente. Existen miles de madres, miles de padres, miles de hijos y muchas maneras de hacerlo también. ¡Las mujeres podemos y queremos! Sí, todas las mujeres queremos que nuestros niños sean amados, todas queremos acompañarlos, todas queremos darle lo mejor de nosotras.
La segunda convicción, es que tamaña labor no es fácil. Nuestras historias, el ambiente, las condiciones en las que nos encontramos, hacen que la tarea sea, muchas veces, titánica. A veces el cansancio, a veces la soledad, otras veces el desconocimiento, nos juegan malas pasadas y se clava en nosotras la sensación de que la maternidad supera con creces nuestras posibilidades.
Suena desalentadora esa segunda convicción, pero esta es mi tercera: cuando las mujeres estamos acompañadas y contamos con información, la maternidad se nos hace posible, y no sólo posible sino que se vuelve fuente de crecimiento, gozo y paz.
Cuando las mujeres podemos acompañarnos, sin juzgar, sin aconsejar, sin comparar. Cuando las mujeres podemos estar juntas sentadas cuidando a nuestros niños. Cuando podemos compartir nuestras historias, nuestros logros y dificultades...cuando eso ocurre, nos llenamos de la seguridad y tranquilidad necesaria para maternar en un espacio femenino,gratuitamente contenidas.
¿Y la información? En la sociedad actual resulta indispensable para nosotras contar con información; nuestras maternidadades se mueven entre hospitales y doctores: parimos en hospitales o clínicas con doctores o matronas, controlamos el crecimiento de nuestros niños con pediatras, consultamos si no duermen, si lloran, si no comen, si tenemos dificultades para amamantar. En este contexto, la información nos da la posibilidad de elegir el tipo de cuidado que queremos recibir por los profesionales de la salud.
No todos los doctores tienen los mismos conocimientos y las mismas prácticas obstétricas: unos intentan partos vaginales luego de cesárea otros no, unos inducen a las 40 semanas otros esperan; así mismo, no todos los pediatras saben de lactancia, los menos saben de desarrollo neurobiológico...Entonces, queda en nuestras manos elegir, y para eso es fundamental informarnos.
Este espacio será entonces un espacio de compañía e información. Semana a semana pondré en sus manos conocimiento basado en evidencia científica sobre embarazos y nacimientos, alimentación y crianza.
Las invito a hacerse parte de este espacio, leerlo, pensar, buscar y preguntar.
¡Todas queremos, todas podemos! y deseo que este encuentro semanal, sea un lugar donde hallemos esa compañía y sabiduría, y encontremos en la maternidad, una fuente de gozo, placer y paz.
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Cuando una mujer se convierte en madre
Babytuto
29 de septiembre de 2014
Tres convicciones me mueven a participar de este espacio de encuentro.
La primera es que todas las mujeres tenemos la sabiduría para parir, alimentar y criar a nuestros hijos cada una desde su historia y su presente. Existen miles de madres, miles de padres, miles de hijos y muchas maneras de hacerlo también. ¡Las mujeres podemos y queremos! Sí, todas las mujeres queremos que nuestros niños sean amados, todas queremos acompañarlos, todas queremos darle lo mejor de nosotras.
La segunda convicción, es que tamaña labor no es fácil. Nuestras historias, el ambiente, las condiciones en las que nos encontramos, hacen que la tarea sea, muchas veces, titánica. A veces el cansancio, a veces la soledad, otras veces el desconocimiento, nos juegan malas pasadas y se clava en nosotras la sensación de que la maternidad supera con creces nuestras posibilidades.
Suena desalentadora esa segunda convicción, pero esta es mi tercera: cuando las mujeres estamos acompañadas y contamos con información, la maternidad se nos hace posible, y no sólo posible sino que se vuelve fuente de crecimiento, gozo y paz.
Cuando las mujeres podemos acompañarnos, sin juzgar, sin aconsejar, sin comparar. Cuando las mujeres podemos estar juntas sentadas cuidando a nuestros niños. Cuando podemos compartir nuestras historias, nuestros logros y dificultades...cuando eso ocurre, nos llenamos de la seguridad y tranquilidad necesaria para maternar en un espacio femenino,gratuitamente contenidas.
¿Y la información? En la sociedad actual resulta indispensable para nosotras contar con información; nuestras maternidadades se mueven entre hospitales y doctores: parimos en hospitales o clínicas con doctores o matronas, controlamos el crecimiento de nuestros niños con pediatras, consultamos si no duermen, si lloran, si no comen, si tenemos dificultades para amamantar. En este contexto, la información nos da la posibilidad de elegir el tipo de cuidado que queremos recibir por los profesionales de la salud.
No todos los doctores tienen los mismos conocimientos y las mismas prácticas obstétricas: unos intentan partos vaginales luego de cesárea otros no, unos inducen a las 40 semanas otros esperan; así mismo, no todos los pediatras saben de lactancia, los menos saben de desarrollo neurobiológico...Entonces, queda en nuestras manos elegir, y para eso es fundamental informarnos.
Este espacio será entonces un espacio de compañía e información. Semana a semana pondré en sus manos conocimiento basado en evidencia científica sobre embarazos y nacimientos, alimentación y crianza.
Las invito a hacerse parte de este espacio, leerlo, pensar, buscar y preguntar.
¡Todas queremos, todas podemos! y deseo que este encuentro semanal, sea un lugar donde hallemos esa compañía y sabiduría, y encontremos en la maternidad, una fuente de gozo, placer y paz.
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