El inicio de la alimentación complementaria es una de las etapas más entretenidas en el desarrollo del bebé, ya que sus padres pueden observar cómo el pequeño empieza a degustar una gran cantidad de sabores nuevos para él.
Aunque lo ideal es ofrecerle una gran variedad de alimentos, debes tomar en cuenta que hay algunos condimentos, en especial las especias picantes, que es recomendable postergar hasta por lo menos los 24 meses.
Desde los dos años, los niños, generalmente toleran una variedad más amplia de alimentos y su sistema intestinal está más desarrollado, por lo que pueden digerir con mayor facilidad las comidas un poco picantes.
En las primeras preparaciones que consuma el niño luego de los 6 meses, se recomienda no condimentar con sal, pues su sistema renal aún se encuentra muy inmaduro para procesarla. Esta se puede ir adicionando de forma paulatina después de los 12 meses.
Lo mejor es evitar los condimentos que puedan generar irritación a su estómago, y los que puedan provocar alguna reacción alérgica. Lo mejor es preferir hierbas aromáticas, como el laurel, perejil, cilantro, o el orégano, entre otros. Esto hará que las preparaciones sean más sabrosas y que los niños vayan probando nuevos sabores en las comidas.
Los papás deben recordar ir incorporando los alimentos poco a poco a la alimentación del niño, para ver si este tiene alguna reacción alérgica a un alimento.
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