En el caso de las mujeres embarazadas, y que están entrando en labor de parto, respirar correctamente será fundamental para llevar a cabo el nacimiento del bebé.
Tener una buena respiración es uno de los pilares más importantes no sólo durante la gestación, sino para poder lograr un trabajo de parto exitoso con el menor dolor posible.
Las técnicas de respiración creadas para esta situación son fundamentales ya que además de ayudar a la madre en el proceso, también oxigenan al bebé. Entre sus beneficios, la respiración en el parto activa el sistema circulatorio, mantiene firmes los músculos durante su ejecución, eleva la actividad cardiorespiratoria y ayuda a la madre a controlar el dolor y a recargar sus energías.
Como afirma, el Dr. Pedro de la Fuente en el sitio Ser Padres, es aconsejable es que todas las futuras madres lo practiquen, independientemente de que hayan pensado en dar a luz con la anestesia epidural. Y es que una cosa es lo que ellas hayan diseñado para su plan de parto y otra muy distinta lo que después ese parto vaya a ser. Hay casos, y no pocos, de mujeres que querían parir con la epidural pero a las que por diferentes razones al final no se les pudo aplicar. De ahí la importancia de aprender a respirar en el parto, por si no pueden aplicarles la anestesia.
¿Pero cuáles son las técnicas de respiración más aconsejadas? Reunimos las más importantes y las más aconsejadas para ti en ese momento tan especial.
Respiración abdominal:
Cuando comienzan las contracciones, se aplica la respiración abdominal. Su objetivo es llevar el ritmo de la contracción y controlar el dolor. Consiste en realizar espiraciones profundas por la nariz mientras se hincha el abdomen. Luego se debe expulsar el aire por la boca. La exhalación debe ser más larga que la inhalación y se debe hacer una pausa de varios segundos entre una respiración y otra.
Respiración acelerada ligera:
A medida que las contracciones van avanzando, es muy normal que la respiración de la madre se acelere. Son inhalaciones más cortar, pero que mantienen el patrón nariz y boca. Consisten en tomar una pequeña cantidad de aire por la nariz cuando se inicia la contracción y después expulsar el aire cuando ésta finaliza. Si tus contracciones van en aumento, las respiraciones se hacen a nivel de tórax o pecho y son mucho más, aumentando el nivel de oxigeno para tu bebé y controlar de mejor manera tus dolores.
Respiración variable
Este tipo de respiración se aplica mientras la madre está en espera del grado de dilatación necesaria y le ayuda a evadir la sensación de pujar. La respiración variable consiste en tomar aire por la nariz al iniciar la contracción y realizar dos exhalaciones cortas pronunciando “JI” en cada una, seguida de una exhalación larga pronunciando la palabra “JU”. Al realizarla la madre debe estar en una postura cómoda y así evitar la hiperventilación, además debe mantener su pera elevada y soplando hacia el frente.
Respiración de expulsión
Esta es la última de las técnicas de respiración para el parto. En este momento la madre está lista para dar a luz a su hijo. La indicación sugiere tomar una gran cantidad de aire hasta llenar los pulmones y en el momento de sentir la necesidad de pujar, el mentón debe inclinarse hacia el pecho. Después las piernas se deben levantar y pujar, dejando salir el aire de a poco. Para finalizar, se inhala y exhala, hasta 3 veces, de manera normal para así ir recuperando el aliento.
Durante el proceso de empuje, la embarazada debe relajar la pelvis para ayudar a la expulsión del bebé. Lo que también es muy importante es evitar contener la respiración al momento de pujar, ya que puede impedir que el oxigeno llegue al bebé.
Para finalizar, resaltamos lo recomendable que es practicar estas técnicas previamente a la fecha del parto. Durante el embarazo se aconseja aplicar patrones de respiración de relajación. Ubicarse frente a un espejo y practicarlas te ayudará a concentrarte y ser consciente de como tu cuerpo reacciona frente a los tipos de respiración que realizas.
