Consejos para alejar el hábito de chuparse el dedo
Babytuto
16 de marzo de 2015
Algunos bebés desde que nacen tienen el reflejo de chuparse el dedo. Otros, lo adquieren a medida que van creciendo, pero según la AEP (Academia Estadounidense de Pediatría) chupar es un reflejo normal y parte del desarrollo de los bebés. También advierte que la mayoría pierde este hábito de manera autónoma entre los 2 y 3 años.
Lo importante es que si el niño tiene 4 años y aún sigue con el hábito, es necesario tomar medidas porque puede acarrear serios problemas en cuanto a la deformación de su paladar, dientes y encías, por lo que es fundamentar ponerle atajo a tiempo. Para esto, los padres necesitarán mucha paciencia, ya que no basta pedirle que no lo haga o retarlo, porque lo seguirá haciendo a escondidas, según aconseja la Asociación Americana de Dentistas.
Dentro de las consecuencias que puede traer par aun niño que prolongue el hábito de chuparse un dedo están:
- Inflamación de las encías
- Infecciones
- Gingivitis
- Dolor y molestias en la garganta y lengua
- Malformación de los maxilares y en los dedos
- Mala pronunciación de las palabras
- Retraso en el lenguaje
¿Qué hacer?
Conversar con el menor, puesto que a los 4 años el niño ya es capaz de comprender causa y efecto, por lo tanto saben las consecuencias que tienen sus actos.
Explicarle por qué no debe hacerlo. Darle razones a través de ejemplo para que sea más fácil entenderlas.
Buscar una alternativa como un juguete sensorial, por ejemplo una tela que se puede amarrar a la camisa o polera. De esta forma cuando quiera llevar su dedo a la boca sepa que puede tocar la tela cada vez que desee.
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Consejos para alejar el hábito de chuparse el dedo
Babytuto
16 de marzo de 2015
Algunos bebés desde que nacen tienen el reflejo de chuparse el dedo. Otros, lo adquieren a medida que van creciendo, pero según la AEP (Academia Estadounidense de Pediatría) chupar es un reflejo normal y parte del desarrollo de los bebés. También advierte que la mayoría pierde este hábito de manera autónoma entre los 2 y 3 años.
Lo importante es que si el niño tiene 4 años y aún sigue con el hábito, es necesario tomar medidas porque puede acarrear serios problemas en cuanto a la deformación de su paladar, dientes y encías, por lo que es fundamentar ponerle atajo a tiempo. Para esto, los padres necesitarán mucha paciencia, ya que no basta pedirle que no lo haga o retarlo, porque lo seguirá haciendo a escondidas, según aconseja la Asociación Americana de Dentistas.
Dentro de las consecuencias que puede traer par aun niño que prolongue el hábito de chuparse un dedo están:
- Inflamación de las encías
- Infecciones
- Gingivitis
- Dolor y molestias en la garganta y lengua
- Malformación de los maxilares y en los dedos
- Mala pronunciación de las palabras
- Retraso en el lenguaje
¿Qué hacer?
Conversar con el menor, puesto que a los 4 años el niño ya es capaz de comprender causa y efecto, por lo tanto saben las consecuencias que tienen sus actos.
Explicarle por qué no debe hacerlo. Darle razones a través de ejemplo para que sea más fácil entenderlas.
Buscar una alternativa como un juguete sensorial, por ejemplo una tela que se puede amarrar a la camisa o polera. De esta forma cuando quiera llevar su dedo a la boca sepa que puede tocar la tela cada vez que desee.
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