En mis tres meses cada día voy perfeccionando mis formas de comunicación: balbuceo y me río mucho, lo que me ayuda a fortalecer mis músculos de la boca y el rostro. Me gusta que me hablen y canten todo el tiempo, esto me ayuda a fijar mi atención en otras cosas, además de relajarme.
Cómo me comunico a mis tres meses
La manera en la que me comunico se perfecciona cada vez más: día a día mi capacidad para distinguir y emitir sonidos crece, por lo que me encantará que me hables todo el tiempo y vayas nombrando los diferentes objetos y personas de nuestro entorno.
Mis balbuceos son cada vez más constantes y me encanta escucharme a mí mismo. A mis tres meses empezaré a decir mis primeras palabras, aunque estén lejos de sonar como tal, pero ya me podrás oír emitiendo sonidos como “ajo”, “uju” y "agú”, y me encantará que me celebres y hables conmigo.
También utilizo mucho mi mirada para comunicarme, a través de ella podrás captar si algo me gusta o no, y al igual que los meses anteriores, el llanto sigue siendo la manera más conocida para darte a entender mi descontento.
¿Cómo podemos fomentar mi lenguaje?
Cada vez que estemos realizando alguna actividad es bueno que me converses. Yo trataré de imitarte y así mis músculos faciales irán adquiriendo más fuerza.
También iré aprendiendo a hacer asociaciones entre lo que me dices y lo que veo, porque mi visión también ha comenzado a mejorar. Cada cosa que percibo a través de mis sentidos me hace aprender.
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En mis tres meses cada día voy perfeccionando mis formas de comunicación: balbuceo y me río mucho, lo que me ayuda a fortalecer mis músculos de la boca y el rostro. Me gusta que me hablen y canten todo el tiempo, esto me ayuda a fijar mi atención en otras cosas, además de relajarme.
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Mis balbuceos son cada vez más constantes y me encanta escucharme a mí mismo. A mis tres meses empezaré a decir mis primeras palabras, aunque estén lejos de sonar como tal, pero ya me podrás oír emitiendo sonidos como “ajo”, “uju” y "agú”, y me encantará que me celebres y hables conmigo.
También utilizo mucho mi mirada para comunicarme, a través de ella podrás captar si algo me gusta o no, y al igual que los meses anteriores, el llanto sigue siendo la manera más conocida para darte a entender mi descontento.
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Cada vez que estemos realizando alguna actividad es bueno que me converses. Yo trataré de imitarte y así mis músculos faciales irán adquiriendo más fuerza.
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