Recientemente fueron padres, sabemos que están cansados y maravillados al mismo tiempo, todo es una aventura de la que no quieren perderse ni un segundo. Pero, los cambios en el estilo de vida y hormonales, además del desgaste físico, han hecho que su vida sexual ya no figure en el mapa.
No hay nada de qué sentirse culpable, sobre todo si ambos pasaron de dormir ocho horas diarias a dormir tres con suerte, y han tenido que acostumbrarse a los pañales, mamaderas y mudas de acuerdo a las demandas de su “retoño”.
Este cambio es normal, y también lo es que se sientan cansados y con menos energía para invertirse en su tiempo de pareja. El estudio canadiense “Sexual function after childbirth” concluyó que en el 35% de los casos, es el cansancio la primera razón por las que las parejas ponen a un lado su vida sexual durante los dos primeros meses con el bebé.
Según el médico cirujano, sexólogo y director clínico de Medical Sex Center, Juan de Armas, en esta etapa las parejas también se enfrentan - como consecuencia- a que las actividades que antes hacían como pareja quedan a un lado. Según el especialista: “Las prioridades cambian, pueden surgir preocupaciones o estrés que antes no tenían. En el caso de la mujer, a esto hay que sumarle los cambios hormonales y corporales que ocurren ya desde el embarazo, el parto y luego la lactancia”.
De Armas también recomienda recurrir a un especialista para tener el tratamiento adecuado que brinde mayor orientación y apoyo, si este desgano persiste, ya que podría derivar en una posterior disfunción.
Para ayurdarlos en todos estos cambios físicos y emocionales que están pasando, es que como Babytuto queremos apañarlos y darles una mano para que puedan volver a las pistas y redescubrir su vida sexual.
Primero, recuerden que la sexualidad está en la cabeza. Por ello, es buena idea que busquen ayuda en las tareas del día a día o con el bebé: esto va a influir directamente en bajar los niveles de estrés y cansancio, y va dejar espacio y energía para recuperar la líbido. Es fundamental cuidar los gestos de intimidad y de comprensión, que ayudan a recuperar el deseo sexual.
Los cambios corporales en las mujeres ocurridos durante el embarazo y la lactancia pueden ser un problema a la hora de sentirse cómodas o sexy. Es por esto que también significa reinventar los códigos de intimidad, y trabajar en refortalecer la comunicación que tenían antes del embarazo. Es recordarse que son amigos y pareja, además de padres.
Tener buen sentido del humor, y a veces aprovechar esos momentos para conversar sobre sus intereses y lo que cada uno está sintiendo, hace la diferencia. ¿Les gustaba cocinar juntos?¿Salir a correr? retomen aquellas actividades que disfrutaban juntos en medida de lo que puedan. Son espacios donde se pueden volver a sentir como ustedes y abrir un lugar para la seducción y mostrar preocupación por el otro.
Sean intencionales respecto de su tiempo juntos, planifiquen y asegúrense de tomar las precauciones para poder estar tranquilos y disfrutarlo.
Recuerden, el sexo no es solo penetración, experimenten con masturbación y sexo oral. Lo importante es reconectarse entre ustedes, y sentirse de a poco en su espacio de intimidad, pueden comenzar con un rico masaje
¡Aprovechen de disfrutar de juegos eróticos! Si hay un poco de sequedad vaginal, ayúdense con un buen lubricante si su médico lo recomienda.
¡Vuelvan a la acción! Ya sean primerizos o más experimentados, merecen una buena vida sexual, donde más que padres multitarea, capaces de limpiar un pañal, calmar cólicos y limpiar mocos con la manga de la camisa, puedan volver a ser esa pareja ardiente y sexy que tiene momentos de intimidad y placer en el dormitorio (o cualquier otra parte de la casa).
Lo importante es que sea un proceso que vivan juntos, donde se apoyen y sean capaces de leer las necesidades del otro, lo que los lleve a fortalecer su intimidad, esto los va a ayudar a tener una mejor calidad de vida y poder responder mejor a las exigencias de la paternidad.
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