- Edad de la mamá (muy jóvenes o en edad avanzada) y períodos importantes entre cada embarazo.
- Embarazos de alto riesgo y prematuros.
- Tabaquismo de los padres.
- Retardo del crecimiento intrauterino, y bajo peso al nacimiento.
- Drogadicción de la madre, lo que aumenta el riesgo de SMSL unas cuatro veces.
- Antecedentes previos de fallecimiento por SMSL en otros hijos, pues existe una tendencia de asumir que el riesgo es mayor.