Durante el embarazo, muchas mujeres en los últimos meses de gestación se preguntan si tendrán la capacidad de poder amamantar correctamente al bebé que viene en camino. Pero es en los nueve meses de embarazo donde el cuerpo se preparan naturalmente para la lactancia, después del desarrollo de los conductos mamarios y de las células productoras de leche, además de una mayor irrigación sanguínea en la zona, haciendo que los senos crezcan a los largo de la gestación.
A pesar de ser un proceso natural, es importante que la embarazada también prepare el seno para amamantar, adoptando algunos cuidados durante todo el embarazo que ayudan a evitar problemas, como las grietas o fisuras en el pezón.
No es extraño el caso de madres primerizas que se enfrentan a la lactancia teniendo muy poca o casi nula información al respecto. Es entonces cuando surgen los problemas, los dolores, las grietas, la mastitis e incluso el abandono de la lactancia. Para evitarlo, te contamos cómo puedes prepararte para tener una buena adaptación a la lactancia y además, disfrutarla.
El primer consejo, y el más importante de todos, es informarse. El peor enemigo de toda madre frente al desafío de la lactancia es la desinformación.
Sin embargo, te contamos seis maneras de preparar tus pechos para la lactancia.
¿Pero cuáles son?
1.- Lavarlos solo con agua: Al igual que los pezones, tienen una hidratación natural que se debe mantener durante el embarazo, por eso, se aconseja no utilizar jabón en esa zona y así evitar futuras grietas.
2.- Procurar utilizar el sostén correcto: Durante el embarazo, la futura mamá debe usar un sostén que sea cómodo, de algodón, tenga tirante altos donde los pechos queden completamente dentro de ellos.
3.- Aprovechar las propiedades del sol de la mañana: Sí, tal como lees, se aconseja que la embarazada tome 15 minutos de sol al día en los pezones, pero sólo hasta las 10:00 de la mañana, ya que esto ayuda a prevenir las grietas y fisuras en los pezones, poniéndolos más resistentes.
4.- Masajear los senos: Éstos deben masajearse 1 o 2 veces al día, a partir del cuarto mes de embarazo, para conseguir que los pezones sean más salientes y con ello ayuden a la succión de la leche por parte del bebé. Para realizarlo, la gestante debe sostener uno de los senos con ambas manos, una en cada lado, y hacer presión hasta el pezón, alrededor de 5 veces, y luego repetir, pero con una mano arriba y otra abajo.
5.- Que tus pezones tomen aire: Es importante ventilar los pezones varias veces al día, ya que esto permite que la piel respire, previniendo el surgimiento de fisuras.
6.- Llevar una alimentación saludable: Esto no es directamente un consejo para tus senos, pero sí tendrá resultados positivos en el periodo de lactancia.Durante la gestación la madre necesita diariamente aportar elementos nutritivos para el desarrollo del embarazo y debe acumular grasas de reserva para el periodo de la lactancia. Es importante que tu suplemento de calcio sea suficiente para que tú cuentes con las reservas necesarias y, cuando nazca tu bebé e inicies la lactancia, tus huesos no se descalcifiquen.
Estos cuidados deben mantenerse idealmente durante los 9 meses, ya que pueden ayudar a prevenir posibles lesiones y dificultades al comenzar la etapa de lactancia.