Cómo logramos potenciar el sistema inmune de nuestros niños?

Babytuto

17 de mayo de 2016

Alimentación al pecho: la leche materna y el calostro además de anticuerpos, poseen factores antiinfecciosos que las leches infantiles no incluyen. La inmunoglobulina A es preponderante en la leche materna y es la responsable de proteger el intestino inmaduro de nuestro bebé ante las infecciones. Además de lo anterior, contiene una proteína llamada lactoferrina que frena el crecimiento de las bacterias patógenas y mejora el desarrollo de bacterias beneficiosas como el lactobacillus bífidus produciendo un entorno gastrointestinal ácido que impide el crecimiento de microorganismos perjudiciales. De esta manera, podremos lograr que nuestro bebé desarrolle una flora digestiva óptima al momento del destete. Dieta equilibrada: el aporte energético debe ser el adecuado, es decir ni por encima ni por debajo de las recomendaciones de acuerdo a la edad de nuestro hijo. Las enfermedades crónicas del adulto, mayoritariamente tienen sus raíces en la infancia lo cual cobra gran importancia dado los elevados niveles de obesidad en nuestro país. Según estudios, la ateroesclerosis coronaria comienza en la niñez, por esta razón se debe tener una ingesta equilibrada de calorías, consumo de calcio  adecuado, aumento en la ingesta de frutas, verduras, pescado y cereales integrales. Actividad física regular y sueño reparador: la actividad física sumado al consumo de calcio se asocia a un incremento de la densidad mineral de los huesos en los niños, el ejercicio físico constante no sólo ayuda al control del aumento excesivo de peso, sino que además potencia la fuerza, la resistencia, la autoestima y disminuye la ansiedad y el estrés. Por otro lado, horas adecuadas de sueño permiten la mejoría contra las infecciones, permitiendo además la regeneración y recuperación del organismo de nuestros niños. Uso de probióticos: los probióticos son bacterias beneficiosas que mejoran la salud gastrointestinal e inhiben la proliferación de microorganismos patógenos. Según la evidencia, los probióticos  se pueden utilizar como tratamiento preventivo, evitando alergias, infecciones a repetición además de ser un agente útil efectivo luego de la ingesta de antibióticos. Además se ha demostrado su eficacia en bebés prematuros, disminuyendo no sólo diversas enfermedades sino que también el número de muertes. Evitar el uso de tabaco: la exposición pasiva al humo de tabaco aumenta al doble el riesgo de infecciones respiratorias en la población infantil, transformándose en un depresor e irritante respiratorio aumentando la incidencia de múltiples afecciones respiratorias como la otitis media e infección respiratoria baja, el resfrío común, influenza, neumonía, hemorragia pulmonar, entre otros. Y por sobre todo entrégales amor, el cariño, la atención y las demostraciones de afecto como besar, masajear, acunar, abrazar, entre otros, son factores claves en el incremento de la autoestima,  la reducción del estrés y en el aumento a la resistencia a las enfermedades, todo lo cual ayuda a fortalecer las defensas inmunológicas de nuestros niños. ¡Te invitamos cordialmente a seguirnos en nuestro próximo artículo! Otros temas que te pueden interesar: sistema inmune  

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