En un contexto que afecta su rutina, los padres juegan un rol fundamental en transmitirles seguridad emocional y estabilidad.
Estos días de contingencia y toque de queda, sumados al cierre de la mayoría de los colegios, pueden ser detonantes de angustia y temor en los niños. “En estos momentos de dificultad e incertidumbre es importante la contención afectiva, para entregar seguridad y tranquilidad a los hijos”, explica la psicóloga de la Clínica Alemana, Mireya Sepúlveda.
Es relevante que las figuras significativas de los niños sean capaces de explicarles de manera positiva lo que está ocurriendo. Por ejemplo, “se podría aprovechar este tiempo para conversar con ellos y, según su edad, preguntarles acerca de sus emociones”, recomienda la especialista. Y agrega que “es indispensable se sientan contenidos y acompañados en todo momento".
Los padres tienen un rol fundamental en la salud mental de sus hijos, por lo que hay acciones concretaras que pueden evitar su inestabilidad emocional en estado de emergencia. En este sentido, la especialista entrega recomendaciones para enfrentar los temas contingentes, que para muchos pueden ser sinónimo de angustia y miedo.
- Los niños deben estar, idealmente, al cuidado de un adulto significativo (figura de apego). Su sola presencia les transmite calma y contención.
- A los preescolares menores de cinco años, se les deben explicar las cosas de manera concreta. Por ejemplo, si se asustan con el ruido de helicópteros o sirenas, es importante señalar que hay personas que están haciendo su trabajo para cuidar a todas las familias.
- Filtrar el acceso a la información noticiosa y a las redes sociales debido a que son una fuente directa, por lo que un niño y un joven podrían sentirse muy atemorizados e inseguros.
- Durante los días sin clases, mantener una rutina lo más ordenada y organizada posible. Respetar los horarios de alimentación y de sueño. Muchos niños al no poder expresar en palabras lo que están sintiendo, les puede afectar su apetito o tener pesadillas en la noche.
- Para los momentos de dificultad es importante que el niño pueda contar con el tiempo y disponibilidad de un adulto para jugar y ser acompañado. Esto, puede hacer una gran diferencia y hacerlos sentir mucho más tranquilos.
- Mantener las rutinas de juego también resulta fundamental ya que los niños a través de conductas lúdicas manifiestan y liberan el estrés que estos cambios pudieran causarles.
Medidas para adolescentes
En el caso de preadolescentes y adolescentes, es fundamental estar disponible para abrir espacios de diálogo y de reflexión. Por las características de este grupo etario, se sienten afectados con la situación.
Es un buen momento para acompañarlos para pensar, analizar, y trabajar ciertos valores como la justicia, la igualdad, la importancia de la paz, de la generosidad, de la empatía, pero resguardando su integridad física. "Los adolescentes suelen ser más impulsivos e idealistas. Frente a lo que ellos perciben como injusto, quisieran tener una acción concreta y repercutir en las soluciones. Esto, invita a los padres a entablar conversaciones para matizar puntos de vista y demostrarles que siempre hay distintas visiones", finaliza la psicóloga.
Fuente: Clínica Alemana