¿Cómo estimular la curiosidad en los niños?
Babytuto
22 de junio de 2015
Un bello anhelo de padres y madres es lograr que sus hijos e hijas puedan crecer de manera íntegra, potenciando sus habilidades y capacidades, para que en un futuro consigan ser y hacer lo que ellos y ellas deseen. Sin embargo, lograr esto es una tarea no menor, ya que hay muchos factores implicados en el proceso de desarrollo.
Es en el colegio y la escuela donde se ponen en juego las esperanzas de los padres, pues a menudo creen que será entonces donde se definan las posibilidades reales para desarrollar las destrezas de los niños y niñas. De esta manera, fácilmente pueden verse frustradas tales expectativas cuando el desempeño y logros académicos no son favorables.
Frente a esta y otras situaciones donde vemos que se pone en juego el futuro de nuestros pequeños, ignoramos que en realidad, la herramienta está en nuestras manos y no tiene que ver con rendir cuentas a un sistema educativo sino que es fruto de la dedicación y preocupación por nuestros hijos, me refiero a "plantar la semilla de la curiosidad". La curiosidad es la clave para lograr que niños y niñas, logren encontrar su rumbo, descubrir sus intereses y por sobre todo, hacer el día de mañana, lo que conscientemente eligieron. Ser curioso, implica preguntar, descubrir y analizar. Características de un buen científico, pero para los niños, no es más que desarrollar su cualidad básica.
Resulta que todos los niños y niñas, tienen curiosidad del mundo que los rodea y buscan múltiples respuestas, sin embargo, a menudo se les coarta esta facultad, a favor de un “buen comportamiento” o porque simplemente, nos cuesta dar respuestas ante sus tan amplias preguntas.
Pero ¿por qué es tan importante ser curioso?, la respuesta es sencilla: porque cuando nos aproximamos al mundo de manera interrogativa, hay un deseo que nos atraviesa, el deseo por el conocimiento. Entonces lo que buscamos es adquirir un nuevo saber. Si los padres y madres están dispuestos a acompañar esta tarea investigativa, nuestros niños y niñas querrán conocer cada vez más, por lo tanto el aprender no será una obligación impuesta desde la institución escolar, sino que responderá a un deseo, por lo tanto lo harán con placer. En este sentido, es de suma importancia potenciar ese deseo que atraviesa a los infantes, y que los motiva a indagar según sus propios intereses.
¿Cómo hacerlo? Sencillo, guiando y dando respuestas. Los padres entonces son quienes acompañan la búsqueda, abriendo paso al descubrimiento de los niños. Entonces, nunca se debe poner freno a una duda y menos decir “Eso no se pregunta” o el tradicional “porque sí”. La clave para desarrollar la creatividad y los cuestionamientos de un niño es abrir las dudas, es decir, darnos todo el tiempo para explicar con claridad y en detalle, posibilitando además que genere nuevas preguntas. De esta manera el niño aprenderá a razonar.
Mientras más permitamos que se pregunten, más complejos serán los temas, y por ende, más amplia su capacidad de pensar. Al igual que jugar con una pelota, uno no puede recibir y quedársela, debe devolver y recibir nuevamente, hasta que encuentre un nuevo juguete. Lo anterior no significa siempre dar respuestas concretas, sino que a veces debemos incitarlo a consultar otras fuentes, buscar en sus propias ideas, experimentar, observar y utilizar todas las herramientas investigativas posibles.
En definitiva, hacer todo lo posible para que no se queden con la duda. Aunque es cierto que como humanos, no podemos responder todo, mientras más nos acerquemos a una respuesta, más excitados estamos por saber, y si la descubrimos por nuestros propios medios, mayor será la satisfacción.
Finalmente, es preciso señalar, que la escuela no siempre está abierta a las preguntas de nuestros infantes, pero como padres debemos ser respetuosos con el desarrollo de nuestros niños por sobre los intereses escolares. Como guías, hay que estar atentos para que toda la creatividad logre su despliegue, y cada cosa sea un mundo por descubrir y conocer. Si logramos instalar la duda por el conocimiento lograremos que el niño o niña no sólo obtenga logros académicos, sino que sea un sujeto creativo a lo largo de toda su vida.
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Babytuto
22 de junio de 2015
Un bello anhelo de padres y madres es lograr que sus hijos e hijas puedan crecer de manera íntegra, potenciando sus habilidades y capacidades, para que en un futuro consigan ser y hacer lo que ellos y ellas deseen. Sin embargo, lograr esto es una tarea no menor, ya que hay muchos factores implicados en el proceso de desarrollo.
Es en el colegio y la escuela donde se ponen en juego las esperanzas de los padres, pues a menudo creen que será entonces donde se definan las posibilidades reales para desarrollar las destrezas de los niños y niñas. De esta manera, fácilmente pueden verse frustradas tales expectativas cuando el desempeño y logros académicos no son favorables.
Frente a esta y otras situaciones donde vemos que se pone en juego el futuro de nuestros pequeños, ignoramos que en realidad, la herramienta está en nuestras manos y no tiene que ver con rendir cuentas a un sistema educativo sino que es fruto de la dedicación y preocupación por nuestros hijos, me refiero a "plantar la semilla de la curiosidad". La curiosidad es la clave para lograr que niños y niñas, logren encontrar su rumbo, descubrir sus intereses y por sobre todo, hacer el día de mañana, lo que conscientemente eligieron. Ser curioso, implica preguntar, descubrir y analizar. Características de un buen científico, pero para los niños, no es más que desarrollar su cualidad básica.
Resulta que todos los niños y niñas, tienen curiosidad del mundo que los rodea y buscan múltiples respuestas, sin embargo, a menudo se les coarta esta facultad, a favor de un “buen comportamiento” o porque simplemente, nos cuesta dar respuestas ante sus tan amplias preguntas.
Pero ¿por qué es tan importante ser curioso?, la respuesta es sencilla: porque cuando nos aproximamos al mundo de manera interrogativa, hay un deseo que nos atraviesa, el deseo por el conocimiento. Entonces lo que buscamos es adquirir un nuevo saber. Si los padres y madres están dispuestos a acompañar esta tarea investigativa, nuestros niños y niñas querrán conocer cada vez más, por lo tanto el aprender no será una obligación impuesta desde la institución escolar, sino que responderá a un deseo, por lo tanto lo harán con placer. En este sentido, es de suma importancia potenciar ese deseo que atraviesa a los infantes, y que los motiva a indagar según sus propios intereses.
¿Cómo hacerlo? Sencillo, guiando y dando respuestas. Los padres entonces son quienes acompañan la búsqueda, abriendo paso al descubrimiento de los niños. Entonces, nunca se debe poner freno a una duda y menos decir “Eso no se pregunta” o el tradicional “porque sí”. La clave para desarrollar la creatividad y los cuestionamientos de un niño es abrir las dudas, es decir, darnos todo el tiempo para explicar con claridad y en detalle, posibilitando además que genere nuevas preguntas. De esta manera el niño aprenderá a razonar.
Mientras más permitamos que se pregunten, más complejos serán los temas, y por ende, más amplia su capacidad de pensar. Al igual que jugar con una pelota, uno no puede recibir y quedársela, debe devolver y recibir nuevamente, hasta que encuentre un nuevo juguete. Lo anterior no significa siempre dar respuestas concretas, sino que a veces debemos incitarlo a consultar otras fuentes, buscar en sus propias ideas, experimentar, observar y utilizar todas las herramientas investigativas posibles.
En definitiva, hacer todo lo posible para que no se queden con la duda. Aunque es cierto que como humanos, no podemos responder todo, mientras más nos acerquemos a una respuesta, más excitados estamos por saber, y si la descubrimos por nuestros propios medios, mayor será la satisfacción.
Finalmente, es preciso señalar, que la escuela no siempre está abierta a las preguntas de nuestros infantes, pero como padres debemos ser respetuosos con el desarrollo de nuestros niños por sobre los intereses escolares. Como guías, hay que estar atentos para que toda la creatividad logre su despliegue, y cada cosa sea un mundo por descubrir y conocer. Si logramos instalar la duda por el conocimiento lograremos que el niño o niña no sólo obtenga logros académicos, sino que sea un sujeto creativo a lo largo de toda su vida.
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